viernes, 30 de agosto de 2013

Reseña: Xenosaga Episode II - Jenseits von Gut und Böse (PS2)


Shion Uzuki, nuestra intrépida y peculiar heroína, tras su radical cambio de ropa, cara, cuerpo y personalidad del episodio anterior a éste.

Llegando a tierras japonesas en 2004 y al resto del mundo en 2005, Xenosaga Episode II: Jenseits von Gut und Böse es la secuela del anterior juego que reseñé, esto es, Xenosaga Episode I: Der Wille zur Macht, también de PS2. Esta profunda trama llena de entresijos continúa en una segunda aventura llena de novedades y cambios, algunos de ellos tan (para mi gusto) aberrantes como profundos. Al ser una secuela directa (recordemos ese "TO BE CONTINUED" de notable tamaño...), el marco y los personajes se mantienen, así que, en este texto, recogeré los cambios más notables y mi opinión al respecto. Sin más prolegómenos, procedemos a ello.

El marco

Tal vez seamos generosos en demasía si suponemos que han pasado unos... ¿tres? días entre el final del primer episodio y el principio del segundo.No hay ningún salto, no ha pasado nada detrás de las cámaras, nada que resumir, todo sigue desde donde se quedó. Para evitar incurrir en spoilers, en el episodio anterior pasan todo el juego diciendo que necesitan ir a un sitio y, en éste, por fin lo pisan. Sigue la trama, siguen las intrigas, sigue la historia, la amenaza de la Gnosis continúa viva y nuestros héroes se ven en la imperiosa necesidad de volver a viajar juntos para contrarrestar los cada vez más amenazantes y peligrosos movimientos de las fuerzas político-militares que quieren hacerse con los objetos más misteriosos de la saga para, según dicen, erradicar la Gnosis, siendo esto un pretexto para sus cuestionables ambiciones. No hay mucho más que contar si quiero que esto sea un texto libre de spoilers...


Los personajes

Nuestros héroes, sin haberles dado tiempo a envejecer un ápice, vuelven a la carga. Los personajes son exactamente los mismos que describí en el anterior texto, siguen manteniéndose fieles a su forma de ser y, conforme avanza el juego, el pesado y denso velo de misterio e incógnitas que los rodea se va, dando gracias, atenuando. Al elenco de personajes jugables se une un nuevo fichaje: Jin Uzuki, quien, por el apellido, podéis inferir que es familia de Shion, siendo ni más ni menos que su hermano mayor, uno de los personajes más peculiares que se podrían introducir en una aventura del siglo LXI. Entre tanto robot y tanta tecnología dominando absolutamente todo cuanto existe, Jin es un hombre TRADICIONAL con las letras mayúsculas: se dedica al manejo de la katana, peleando como un samurai, lleva kimono y es médico de profesión (en una época en la que no hacen falta, pues con una pequeña inyección de nanobots que todo el mundo puede administrar, desaparecen las lesiones...y no es un juicio mío, son palabras -no textuales- del propio Jin), pasando después a librero (sí, exacto, en una época en la que los libros de papel son reliquias casi imposibles de encontrar y que absolutamente nadie quiere ni utiliza, siendo Jin y Jr. las únicas excepciones notables). Tiene el típico rol de hombre maduro azotado por los errores que cometió en el pasado, es el hermano mayor que sabe y siente que falló a su única familia, que busca redimirse y no sabe cómo. Sinceramente, en el campo de batalla me resulta curioso, original y efectivo, así que estoy esperando a que haga algo para que deje de caerme tan rematadamente mal, porque me parece bastante insoportable, probablemente por mi favoritismo hacia Shion. En cuanto a los antagonistas, aprendemos más de los que ya conocíamos y conocemos a otros nuevos. Del primer episodio regresa Albedo, un psicópata en toda regla, sediento de poder y guerras...un malvado en condiciones del que poco puedo decir para no arruinar la trama. Asimismo, seguimos siendo perseguidos por el inquisidor Margulis, un poderoso espadachín del que poco sabíamos en el primer título y del que descubrimos mucho en éste, y su mano derecha, Pellegri, una mujer que se está haciendo mucho de rogar para poner sus cartas sobre la mesa. De manera fugaz pero memorable por lo mal que nos lo hace pasar vemos a Orgulla, una inquisidora con tanto mal carácter como poder destructivo (¿tal vez más?) e incluso al Patriarca, al que los inquisidores dan sus manos a la hora de servir. Aprovecho para hablar de algo importante en los personajes: el profundo cambio que han sufrido. Si os fijáis, siempre describo marco, personajes, jugabilidad y algún que otro detalle que me haya llamado personalmente la atención, esto es, no hago un apartado técnico para hablar de gráficos y sonido, pues no soy superficial, me parecen, en cierto modo, lo de menos y me conformo con calificarlos someramente y decir lo que más y menos me gusta de ellos, pero...pero...PERO...lo de este juego clama al cielo, al infierno, al purgatorio, al limbo, al Nirvana, al Valhalla y al bar de debajo de mi casa. Han rediseñado a todos los personajes y han cambiado de ropa, lo cual está muy bien (especialmente chaos, me encanta su nuevo uniforme, parece más alto con esas botas que lleva), pero también de cara y de cuerpo, lo cual está fatal porque no parecen los mismos, y está aún peor porque no sólo están cambiados sino que son bastante feos. Me explico: el primer episodio tenía una muy marcada estética anime, pero en el segundo han intentado hacerlo más realista, con nuevas proporciones y con rostros menos acusados...y han conseguido lo que a mis ojos constituye un bodrio. Con estas nuevas caras, los personajes parecen burdas imitaciones americanas, los ojos han perdido mucho carácter, tienen unas narices de patata que no pueden con ellas (incluso Shion se parece bastante a una figura de la política española contemporánea que no pienso nombrar porque odio ese tema...) y hasta sus cuerpos son horrendos: por algún extraño motivo, Shion tiene menos pecho y KOS-MOS tiene más (es lo más lógico, dotar de senos grandes a un androide, que los va a necesitar muchos con la de hijos que tendrá a lo largo de su vida), Jr. tiene el pecho exageradamente hinchado, M.O.M.O. tiene los hombros abombados hasta tal punto que, con uno de sus trajes, le sobresalen más que el pecho, lo cual jamás había visto en una mujer real (no hablamos de tener poco pecho, hablamos de tener los hombros como burbujas...), Ziggy, el único al que no han desgraciado, ha sido obsequiado con unas ojeras por las que podrían fluir el Nilo y el Amazonas, uno en cada ojo...y, para mayor calvario, los personajes secundarios, los que no pintan una mierda (hablando pronto y mal) en el grueso de los acontecimientos...siguen intactos, exactamente iguales que en el primer episodio. Hablando de todo un poco, no sé qué parece KOS-MOS, sinceramente...con unos pendientes de lentejuelas y luces de neón azules...en fin.

La jugabilidad

La jugabilidad ha experimentado cambios sustanciales. Seguimos teniendo la posibilidad de luchar con ataques propios de cada personaje, con Ether y con los demás elementos ya conocidos. Esta vez, los combos de cuadrado, triángulo y círculo son más numerosos y variados para cada personaje, pudiendo verlos realizando estilosos, gratificantes y hermosos combos en batalla. Las habilidades que pueden aprender los personajes son las mismas para todos, se dividen en cuatro niveles, cada uno de los cuales tiene ocho clases, cada una de las cuales tiene cuatro habilidades: gastando puntos, podremos aprender técnicas de Ether, habilidades pasivas acumulables y habilidades pasivas que se pueden equipar (hasta tres). Con esto, podemos dotar de distintos roles a nuestros personajes y dedicarlos a lo que más nos guste para cada uno. Algo que no me gusta nada es que Shion y M.O.M.O. han perdido todo su melee y han sido reducidas a personajes que atacan a distancia (M.O.M.O. incluso cambia de arma gratuitamente, de un cetro a un arco...), perdiendo riqueza: si bien no era lo más poderoso del juego, en el primer episodio me encantaba ver a Shion ejecutando técnicas de artes marciales. Se mantiene el sistema de boost, el cual no expliqué en el anterior título y consiste en una barra que se va llenando hasta tres veces y, por cada una, puedes activar (¿boostear? Yo ya lo digo así...) a uno de tus personajes para que sea su turno inmediatamente después del turno en curso, no importando el orden establecido de los turnos (el cual puedes ver siempre, algo parecido a Final Fantasy X). Al boost se unen dos nuevos elementos muy jugosos, que son el stock y el break. Con stock, un personaje mantiene un turno inactivo para recargar una casilla (hasta tres) de su barra de stock. Break consiste en romper las defensas de los enemigos, en abrirlos para poder vapulearlos (si no hacemos break a los jefes, poco daño les vamos a hacer), dividiéndose para ello los cuerpos en tres zonas de altura: A (alta, sólo alcanzable con personajes capaces de disparar), B (media, botón cuadrado y círculo) y C (baja, botón triángulo). Combinando boost, break y stock podemos hacer sufrir al enemigo. Lo explicaré con un ejemplo: supongamos que nos enfrentamos a un enemigo cuyo patrón de ruptura es BCBB. Tenemos tres boost y tres stock con todos los personajes, así que procedemos de la siguiente manera: con el primer personaje, antes de nada, boosteamos al siguiente y golpeamos con BC, con el siguiente, boosteamos al que irá después y golpeamos con BB, tras lo cual podremos liberar tantos ataques con botón círculo como stock tengamos (hasta tres), los cuales tienen la peculiaridad de que, una vez rota la guardia del enemigo, pueden mandarlo por los aires o estamparlo contra el suelo, siendo cualquiera de las dos posiciones una ventaja que aumenta el daño enormemente. Así, boosteando repetidamente a los personajes mientras el enemigo está en el aire, podremos destrozarlo o, en su defecto, hacerle un gran daño. Nótese que no todos los personajes pueden atacar a enemigos en el aire: chaos y Ziggy no pueden, mientras que Shion, KOS-MOS, Jr., Jin y M.O.M.O. sí. No obstante, chaos y Ziggy pueden estampar al enemigo contra el suelo, posición en la que todos alcanzan a repartir unos golpes bastante dolorosos. Además de eso, se añade un interesante sistema de técnicas dobles, muy en la línea del mítico Chrono Trigger, en las que dos personajes unirán fuerzas para lanzar un contundente ataque. En algunos combates son bastante útiles. También se ha mejorado el control de las peleas con los robots, que ya no son A.G.W.S., sino E.S. (cómo cambian las cosas...). Tendremos tres: el Zebulun, pilotado por M.O.M.O., la única capaz de lanzar Ether pilotando, el Dinah, pilotado por KOS-MOS y el Asher, pilotado por Jr., pudiendo cualquiera de los demás personajes ser copiloto: cada copiloto dota al robot de un ataque especial distinto. Lo último que me queda por contemplar de la jugabilidad es que el título está REPLETO de misiones secundarias que nos otorgarán habilidades (muchas de las que se pueden aprender están marcadas con interrogantes hasta que se desbloqueen con llaves secretas), técnicas dobles y objetos útiles, así como también está repleto de puzzles en todos los lugares que se visitan, tanto obligados como por misiones secundarias, las cuales le dan al título más horas de minijuegos que de historia.

Lo mejor
-Podemos seguir la trama que nos plantea esta peculiar trilogía.
-Los combates están dotados de un mayor dinamismo visual.
-La banda sonora es muy buena en ciertos puntos del juego.
-Continúan las referencias históricas y culturales de nuestro mundo.

Lo peor
-Se han cargado a los personajes.
-La mejora en el sistema de batalla no tiene el peso que tendría si el juego tuviera más repartidas las horas de historia y las de misiones, en las cuales no hay combates.
-Seguimos teniendo escenas larguísimas y jugabilidad poco repartida: el título es más corto que su predecesor y he vuelto a patearle el trasero al jefe final sin llegar al nivel 40. Anoche mismo llegué y me pregunté de qué manera me ensartaría cual aceituna...pero no, terminé ensartándolo yo a él.
-Si no haces las misiones secundarias y buscas a los jefes opcionales, este juego no dura NADA. Creo que no he llegado a 30 horas y, si bien la rejugabilidad y los elementos opcionales compensan sólidamente, la historia avanza muy poco para lo que es el juego. Y, paradójicamente, ocupa dos DVDs, frente a títulos el triple de largos que ocupan uno.


En resumen...lo mejor que tiene esta trilogía, para mi gusto, es la trama. Los personajes son muy buenos, quitando los destructivos cambios de diseño y la atmósfera invita a seguir jugando. Si bien la jugabilidad no es mala, no está a la altura de muchas sagas de RPG y, ¿para qué mentir?, las inconsistencias mantenidas en este título y su predecesor me llevan a preguntarme si Namco estaba del todo en sus cabales con esta trilogía. En las fechas en las que estamos, creo que voy a tener tiempo suficiente para acometer el tercer título y finalizar así la saga antes de empezar las clases. Tengo, no obstante, muy buenas expectativas con el tercer episodio, y espero que salve a la saga tras el, en mi opinión, bache que ha supuesto este episodio.

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