viernes, 30 de agosto de 2013

[VF] Episodio 7: ¡La gran final! ¡Fiebre en la noche!

Episodio 7: ¡La gran final! ¡Fiebre en la noche!

Todo Japón hablaba de lo mismo. Era domingo. Quedaban muy pocas horas para la gran final de la vigésima edición de Victoria Flowers. Esa noche, Nadia Bendigkeit y Mirai Tategami se verían las caras en la última ronda, la más dura, la más peliaguda, la más pasional, la más mágica a su manera…esa noche, una de las dos podría gritar su amor en retransmisión mundial y el chico de sus sueños sería llevado ante ella para que todo el mundo viese su unión romántica…una declaración pública con el mundo como testigo, y un viaje paradisíaco de regalo. La ilusión, la tensión, el ansia, la intriga y la pena por el fin de los juegos se mascaban en el ambiente. No faltaban las porras, las apuestas, las especulaciones, las pugnas entre los fans más acérrimos de cada una de las chicas… ¿cómo iría a terminar todo aquello?
. . .
Tras horas de nervios y agitación, llegó la hora de presentar la última sesión de aquel año. El público estaba más excitado que nunca y lo demostraba sobradamente.
¡Muy buenas noches!-exclamo Hiroshi-¡Bienvenidos a la gran final!
¡La vigésima edición de Victoria Flowers termina hoy!-exclamó Naoki-¡Muchas gracias a todos por estar con nosotros toda esta semana! La ganadora se decidirá antes de que acabe la noche… ¿Mirai o Nadia? ¡Sus habilidades serán las que lo decidan!
Como podéis comprobar, Narumi no está.-comentó Hiroshi-La final la celebraremos al estilo clásico, al aire libre, a diferencia de las semifinales. El estadio subterráneo se reservará para las dos semifinales de ahora en adelante.  Tenemos preparado, no obstante, un recorrido muy especial para la carrera de parkour.
Antes de comenzar la ronda, queremos hacer un pequeño homenaje.-comentó Naomi-¡Que pasen Narumi y las ocho heroínas que nos han hecho soñar y nos han emocionado este año!
Las ocho participantes del torneo llegaron. Sus asientos del palco se convirtieron en plataformas sobre las que se posaron. Como si fueran pedestales, las plataformas ascendieron, elevando a las chicas para que las aplaudieran y vitorearan. Se veían muy emocionadas: las finalistas estaban deseando que tuviese lugar el encuentro, mientras que algunas de las que se quedaron por el camino lloraban, unas de emoción y otras de rabia por no haber podido ganar.
¿Y Narumi?-preguntó Hiroshi con el micrófono desactivado.
Ni idea.-respondió Naoki, también sin el micrófono-Debe de estar al caer.
Para hacer tiempo, Naoki encendió de nuevo el micrófono.
¡Mirad bien a nuestras heroínas!-exclamó Naoki-¡Tan radiantes como siempre! Observadlas bien, fotografiadlas, sentid la emoción…puede ser la última vez que las veáis a las ocho juntas, por triste que suene…
Las chicas posaban y saludaban.
Antes de comenzar la final…-dijo Naoki-Mirai, Nadia, ¿podéis saltar al centro del escenario? Os vamos a hacer una foto.
Las dos finalistas se dispusieron a lanzarse una vez se hubieron bajado las plataformas, pero Kira se les adelantó y se tiró al centro del escenario, donde cayó de pie elegantemente.
¿Qué está pasando?-Hiroshi se ponía nervioso.
Todo esto está empezando a ponerse cada vez más raro…-dijo Naoki con el micrófono desactivado.
Kira llevaba un megáfono en la mano. Se lo acercó a la boca.
¡Todo el mundo quieto!-exclamó-¡Las manos donde pueda verlas! ¡No queréis salir mal parados!
En la parte más alta de las gradas, a cielo abierto, se encontraban, posadas, varias siluetas vestidas de rosa apuntando al público, al jurado y a las participantes con rifles de francotirador. La multitud comenzó a chillar. Por su parte, las siete chicas se miraron. Desde su posición, podían salvar la situación. Asintieron, mirándose por última vez las unas a las otras.
¡Que las participantes se entreguen!-exclamó Kira-Si lo hacen, no habrá heridos.
¡ESO NO TE LO CREES NI TÚ!-exclamaron a coro dos voces.
Se oyeron dos golpes simultáneos. Dos de las figuras salieron expelidas y cayeron contra el estadio. En sus posiciones estaban Scarlet con el puño levantado y Nadia con una pierna alzada.
¿Os atrevéis a negaros?-exclamó Kira enloquecida.
Sobradamente.-oyó una voz conocida tras ella.
Un golpe seco produjo la caída en picado de otra de las amenazantes figuras. Zira se encontraba donde había estado su espalda, con la mano tensa.
¡Disparad!-exclamó Kira.
Las figuras, vestidas de rosa, apuntaron con sus rifles a objetivos aleatorios del público.
¡Alto el fuego!-exclamó una envalentonada Seira mientras pateaba a dos de los individuos armados.
¡No disparéis!-Apsaras se las había apañado para llegar hasta la cornisa que estaba más alejada del palco y tiró a otra de esas personas de un manotazo.
Justo cuando los tres francotiradores que quedaban iban a disparar, una sombra verde los golpeó y los hizo caer. Saya apareció en su posición, haciendo una elegante y amenazadora pose.
¡Lamentaréis esto!-exclamó Kira.
Mirai saltó de su posición.
¡Kira, eres mía!-exclamó, furiosa.
Al llegar a tierra, le saltó el megáfono de una patada y lo agarró.
¡Has decepcionado a todos los aquí presentes!-exclamó-¿Nos traicionas y tratas de cometer un crimen? ¡Manchas el nombre del torneo! Cuando peleé contigo, pensaba que eras de otra manera, pero… ¿realmente eres así de mezquina? ¡DIGO ANTE JAPÓN QUE NO TE PERDONARÉ!
Kira se puso en guardia. Mirai saltó hacia ella y lanzó una patada, pero recibió ella una antes, saliendo disparada. Rodando por el suelo hacia atrás, logró levantarse en poco tiempo, tras lo cual giró sobre sí misma dos vueltas completas en el aire para acortar su distancia con Kira y golpearla en el pecho con una patada que la echó hacia atrás. La antigua campeona del torneo contraatacó con un molinillo con sus brazos, pero Mirai lo esquivó y le lanzó una furiosa patada giratoria a la cabeza, tras lo cual ocurrió algo que dejó perplejo a todo el estadio.
La cabeza de Kira salió volando, mientras por el aire se desprendía su larga melena. Su cuello no sangraba, sino que de él emanaban cables rotos y chispeantes. La cabeza era metálica, lo que pudieron comprobar al oír su sonido al chocar contra el suelo, y la melena era una peluca.
¡No es la auténtica Kira!-exclamó Mirai mientras agarraba, agobiada, el megáfono-¡Era un robot! ¡Me disculpo públicamente! ¡Aún podemos creer en Kira! ¡Lamento profundamente lo dicho! ¡Quiero creer que ha sido un secuestro y ella es, como nosotros, una víctima más!
Entonces, la joven gótica miró a su alrededor. Todas las personas que habían caído, rifle en mano, contra el suelo, eran chicas. Iban embutidas en mallas rosas con chalecos y sobrefaldas blancas con corazones, y llevaban cascos a juego, con la visera de vidrio tintado de rojo.
¡NOOOOO!-oyeron gritar a una voz familiar.
De los laterales, por donde solían salir las chicas, aparecieron varias chicas más con la misma indumentaria y las cabezas cubiertas por cascos. Una de ellas llevaba a Narumi atada de pies, manos y cuello con fuertes cadenas.
¡Socorro!-gritaba la presentadora.
¡NARUMI!-exclamó Naoki.
La otra presentadora se dispuso a saltar, pero una mano la detuvo. Se giró. Era Hiroshi.
¡No, Naoki, no vayas, es una tram…NAOKI!-gritó.
Una cadena rodeó su cuello y lo levantó del asiento, tirando de él hacia el ring. Habían aparecido más chicas, y trataban de secuestrar al jurado. Cuando tuvieron a Hiroshi bien atado, tres de las chicas se valieron de unos lanzagarfios para ascender hasta el palco y esposar a Naoki, tras lo cual la bajaron con ellas. Se movían tan rápido que a las siete chicas les costaba alcanzarlas. Una vez estuvieron todas en el suelo, las tres que llevaban a los miembros del jurado huyeron hacia el interior de las gradas, mientras que las restantes, cerca de una veintena, se lanzaron contra las participantes.
¡Hay que capturarlas con vida!-exclamó una de las chicas vestidas de rosa.
Las participantes del torneo se pusieron en guardia. Tras un prolongado intercambio de golpes, lograron tomar la ventaja a pesar de la inferioridad numérica. Cuando vieron que llevaban cerca de tres minutos de contienda, decidieron de manera unánime ser un poco rudas: Seira se puso en el medio, hizo el pino con una mano, se abrió de piernas y giró sobre sí misma, tirando a tres chicas. Acto seguido, Scarlet lanzó un violento gancho que abatió a cuatro que estaban muy juntas. Sin perder un solo segundo, Nadia hizo una rueda en el aire, cayendo con una pierna y abatiendo a una chica, tras lo cual giró y tiró a otra más. Al ver el intento de contraataque, Apsaras se lanzó a por una chica y la abatió golpeándola con ambos pies en los hombros. Sin darles tregua, Saya giraba sobre sí misma y tensaba alternativamente brazos y piernas, despachando a cuatro más. Mirai aprovechó la reducción del grupo para golpear a la chica que más cerca tenía con el talón en el cuello, haciéndola caer lejos del resto. Quedaban cinco más, que intentaron una retirada, pero fueron presas de los ágiles golpes de Zira, que las tumbó con aerodinámicas patadas. Una vez se vieron solas ante el público, que se atrevía incluso a aplaudirles tras el susto, la que más cerca estaba del megáfono, que era Saya, lo cogió y decidió hablar.
¡Estimado público!-exclamó-¡Diciendo esto, creo que hablo en nombre de mis compañeras y, si no, les dejaré que me corrijan! Por favor, ¡quedaos aquí y llamad a la policía! Que protejan nuestro mágico altar mientras salvaguardan vuestra seguridad. Nosotras… ¡tenemos una misión que cumplir! ¡Vamos tras esas secuestradoras! ¡Recuperaremos a nuestro jurado y descubriremos qué ha pasado con Kira! Si no volvemos antes del amanecer, id a vuestros hogares y denunciad todo el caso. ¿Alguna objeción, chicas?
Se giró hacia sus compañeras. Todas asintieron y le sonrieron ampliamente. Se fueron corriendo por los pasillos por los que Narumi, Hiroshi y Naoki habían sido arrastrados. Finalmente, encontraron abierta una de las salidas de emergencia laterales. Al salir por ella, vieron cómo cargaban a los tres miembros del jurado en un enorme camión rosa y rojo, se montaban y lo ponían en marcha.
¡CORRED!-gritó Seira-¡Que no escapen!
Las siete chicas corrieron hacia el camión, que se puso en marcha. Haciendo alarde de sus habilidades para el parkour, lograron saltar y subirse a la parte más alta del compartimento de carga sin ser vistas. Apsaras se quedó atrás por tener las piernas más cortas, pero rápidamente Zira se asomó al borde y le tendió la mano. Como tenía los brazos muy largos, logró cogerla y subirla con las demás.
Gracias, Zira…-dijo Apsaras cohibida.
No hay de qué.-respondió la chica cyberpunk-¿Y esa cara? Estás bien, ¿no?
Sí, pero…-dijo la chica india-…habéis tenido que ayudarme. Tal vez vaya a ser una carga para vosotras…no soy tan alta ni tan fuerte…
¿Bromeas?-le dijo Saya mientras le ponía una mano en el hombro-¡No eres ninguna debilucha! Te recuerdo que estás en Victoria Flowers… ¡no todas las chicas deportistas pueden decir eso!
Además…-dijo Nadia-…un desliz lo podemos tener todas. Tus movimientos vertiginosos no los hace cualquiera. Y, como bien has dicho, te hemos ayudado. Estamos juntas en esto. Somos compañeras, somos colegas deportistas, somos aliadas y, probablemente, cuando todo esto acabe, también amigas, ¿no es así?
Apsaras se sonrojó y asintió con una sonrisa.
Me sigue preocupando Kira…-dijo Mirai.
Puede que la hayan atrapado, como a nuestro jurado.-respondió Seira-Seguro que está bien…sabe defenderse.
Pero…-dijo Mirai-…le he dicho cosas muy duras que no se merecía…a sus espaldas…y por una conclusión precipitada.
Has hecho lo correcto, Mirai.-dijo Saya-Es más, creo que es más que admirable el que te hayas atrevido a plantarle cara sabiendo lo fuerte que es y los ases que tenía en la manga.
¿Estás de broma, Saya?-dijo Mirai con una media sonrisa-¡Habéis sido vosotras las que habéis limpiado a su ejército! ¡Qué chicas más duras!
Gracias, gracias…-dijo Scarlet ahuecándose la melena.
Qué chula que eres…-le dijo Nadia.
Mira quién fue a hablar…-respondió Scarlet.
¡Ha molado muchísimo cómo hemos tirado a esas dos petardas contra el suelo a la vez!-exclamó Nadia.
¡Ya te digo!-respondió Scarlet mientras le chocaba la mano a Nadia.
¿Podría alguien débil subirse a una cornisa muy estrecha y golpear sin titubear a una persona armada?-preguntó Zira mirando a Apsaras.
Apsaras rió tímidamente.
¡Chicas!-exclamó Seira-¡Mirad!
Se giraron. El camión entraba en una enorme nave en medio de la nada. Aparcaron en un almacén muy amplio y oscuro.
¡Tumbaos!-susurró Apsaras-¡Que no nos vean ni nos oigan!
Las siete chicas se tumbaron y contuvieron la respiración. Sin el ruido del motor del camión, no podían hablar sin asegurarse de que no serían descubiertas. Dentro del camión había muchas chicas. Al volante había una, y en el asiento del copiloto, otra. Del compartimento de carga salieron otras seis, llevando a uno de los miembros del jurado entre dos chicas cada uno, ya amordazados y rodeados por completo de cadenas.
¡A las celdas!-exclamó una de las chicas-¡En cuanto los dejemos y hablemos de esto con la jefa, salimos a por las participantes! Seguro que no andan muy lejos…
Recordad que son nuestro verdadero objetivo…-dijo otra de las chicas.
No vamos mal del todo.-intervino una tercera-A pesar de que la réplica de esa ostentosa de Kira haya funcionado peor de lo que pensábamos, ya tenemos algo del trabajo hecho.
¡Eso significa que tienen a Kira!-susurró Mirai.
Seira le puso una mano en la boca.
¿Eh?-preguntó la chica que se bajaba del asiento del copiloto-¿Quién anda ahí?
Déjate de tonterías.-respondió la que iba conduciendo-Sólo andamos nosotras.
¡Venga, vamos!-exclamó otra de las chicas.
El grupo de chicas avanzó uniformemente, abandonando el almacén y dejándolo de nuevo solo, silencioso y oscuro.
¡Ahora!-susurró Scarlet-¡Estamos dentro! No sé qué diablos será esto, pero es nuestra oportunidad de buscar a Kira y rescatar a Naoki, a Hiroshi y a Narumi.
Las siete chicas saltaron de la parte alta del camión. Estaban pisando territorio hostil. Sin separarse y caminando con sigilo, buscaron un interruptor que iluminara la estancia. ¿Quién estaría detrás de toda aquella urdimbre?

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