viernes, 30 de agosto de 2013

[VF] Episodio 9: La rosa desviada

Episodio 9: La rosa desviada

La imponente figura avanzó hacia las siete chicas. Era muy alta, incluso más que Zira. Tenía unos pechos enormes, los ojos negros, una larga melena azul hasta la cadera, peinada con ostentosos y salvajes tirabuzones. Sus labios estaban pintados de un rojo muy intenso, y vestía un traje elegante con camisa gris, chaleco negro, corbata negra, pantalones negros largos y unos zapatos de tacón alto de aguja de color azul. Llevaba sus manos cubiertas por mitones blancos, y sus largas uñas pintadas de rojo. Parecía bastante mayor que las chicas. El sonido de sus tacones era enervante ante tan opresora atmósfera.
Veamos…-dijo la mujer con una voz dulce y viperina-…os coláis en mis dependencias durante la noche, os dedicáis a reventar mi seguridad, metiéndoos en zonas a las que no os han pedido que vayáis, golpeáis a mis guardias y… ¿con qué motivo, si se puede saber, heroínas de Victoria Flowers?
No te hagas la sueca.-dijo Nadia-Vestirás bien, pero finges fatal. Tienes toda la pinta de ser la cabeza pensante de toda esta masa surrealista, se te ve a la legua. Además, si tan al tanto estás de quiénes somos, por algo será…
¿Dónde está Kira?-preguntó Saya-¿Dónde está nuestro jurado?
No seáis ansiosas, chicas, ¿queréis?-preguntó dulcemente la mujer recién llegada.
No hay mucho que decir al respecto, ¿no?-dijo Seira-Somos siete y ella es una. Vamos a patearle el trasero y a ver qué se esconde tras la puerta de la que acaba de salir…
¡Jajajajaja!-la mujer rió-Creo que no os conviene en absoluto proceder por esa vía…
¿Tienes miedo?-preguntó Scarlet apretando los puños y sonriendo con sorna.
Yo ninguno…-respondió la mujer con su sensual tono-…pero vosotras deberíais.
Como si lo sacara de la nada, la elegante dama de exageradas curvas tomó un látigo y lo hizo restallar contra el suelo. Pudieron ver que se trataba de una cadena pintada de verde con largas y afiladas púas transversales a la misma, con una piedra roja brillante en la punta tallada en forma de rosa. Al sonido del latigazo acudieron numerosas chicas uniformadas que rodearon a las chicas.
Entretenedlas.-ordenó-Y aseguraos de que entren intactas a las jaulas. Todavía no puedo entretenerme, hay mucho que hacer.
La mujer volvió a entrar por la puerta por la que había salido, cerrándola tras de sí. En el momento en el que la puerta se cerró, las chicas del uniforme se abalanzaron contra las siete jóvenes, que no dudaron en contraatacar. Tras unos minutos intercambiando golpes, las participantes del truncado torneo lograron despachar a su comité de bienvenida, prescindiendo de toda palabra superflua para correr juntas hacia la puerta y abrirla, entrando en una sala redonda enorme llena de ordenadores, mesas y jaulas vacías. La persona que perseguían estaba allí, de espaldas. Al oír los pasos de las chicas se giró.
Sois demasiado persistentes.-dijo la mujer-No hay nada que pueda ofreceros.
¡CHICAS!-exclamó una voz familiar-¡SUMO CUIDADO CON ELLA! ¡NO ES LO QUE PARECE!
Las chicas miraron en todas las direcciones. Una de las jaulas no estaba vacía: dentro había una chica de melena roja y larga, ataviada con un largo y voluminoso abrigo negro con correas, cadenas y ribetes rojos, debajo del cual llevaba una falda negra y roja con cadenas, medias rasgadas, botas altas negras de suela metálica y una blusa encorsetada y ajustada con cremalleras y cadenas. Llevaba su cabello peinado con una enorme coleta alta cardada en varias direcciones.
¡Kira!-exclamaron todas a coro.
¡Me secuestraron mientras llegaba al estadio!-gritó Kira-¡Me sustituyeron por un robot! Luego, desperté aquí y… ¡esa arpía! ¡No os atreváis a desafiarla!
Cuando todo esto acabe…-dijo Zira dirigiendo una fría mirada a la mujer de los tirabuzones-…te explicaremos todo lo que ha pasado. Lo que importa es que las ocho estamos juntas de nuevo. Ahora, sólo nos queda llevarnos a esta mujer, por las buenas o por las malas, para que declare ante la policía…no sin antes sacar de aquí a Hiroshi, a Naoki y a Narumi.
¿Qué?-preguntó Kira extrañada.
Los raptaron delante de nuestras narices…-dijo Apsaras apesadumbrada.
Después de mucho mirarte…-dijo Mirai-…he llegado a una conclusión. Yo a ti te conozco.
¡Ni os acerquéis a la jaula!-exclamó la mujer al ver que Apsaras y Scarlet intentaban liberar a Kira-¿De qué ibas a conocerme?
Tu rostro…-dijo Mirai-…tus facciones…tu porte. Han pasado años y, aunque hayas cambiado, sigues siendo la misma persona…manteniéndote en tu línea, por lo que veo. Tú eres Bara Inugami, la que fue subcampeona en la primera edición de Victoria Flowers…hace veinte años.
La mujer no pudo ocultar una expresión de sorpresa.
¿Cómo es que me conoces?-preguntó-¿Tan forofa eres de estos juegos que te sabes toda su historia?
Victoria Flowers es un juego con muchísima afición y una historia bien redactada.-Seira se unió a la conversación-Todas las campeonas y subcampeonas son prácticamente personajes públicos…gente famosa gracias a su participación en el torneo. ¿Acaso alguna de las aquí presentes no ha oído hablar de la grandísima Sayumi Otonashi, alias Tornado Rosa? Fue la primera homosexual en participar en los juegos, y ganó la cuarta edición. Se casó con la mujer de su vida y dicen que, con los buenos estudios que tienen, han llegado a altos cargos y están viviendo genial… ¡hasta han tenido hijos por fecundación in vitro! Por no hablar de Kuroya Takano, la Vampiresa, llamada así por su maestría por luchar mientras agitaba esas telas rojas y negras en el aire en un auténtico espectáculo sin par… ¿por qué no iba a conocerte a ti, que además gozas del “honor” de haber sido de la primera tanda de luchadoras en la historia del torneo?
Vaya, vaya…-dijo Bara, sorprendida-…habéis hecho los deberes.
Para serte sincera, Bara…-dijo Mirai-…sí, estoy bastante puesta en la historia de los juegos y he leído todo lo que he podido al respecto. No obstante, hay algo por lo que me resultas inconfundible entre lo inconfundible. ¿Recuerdas a la persona a la que te enfrentaste en la final, la que te ganó, Mai Kurono?
¿Cómo no iba a recordarla?-dijo Bara apretando los puños-Esa arpía truncó mis planes de amor y felicidad eternos…
Pues, verás…-dijo Mirai cruzando los brazos por debajo de sus pechos, alzándolos notablemente-…”esa arpía” es mi madre. Cuando te derrotó, se declaró a mi padre…y son la pareja más feliz del mundo. Cuando era pequeña y una novata en Taekwondo, mi madre me contaba la historia una y otra vez, me enseñaba las fotos y…la verdad es que me motivó mucho para progresar en las artes marciales, hasta tal punto que le prometí a mi madre que algún día yo seguiría sus pasos. ¿Sabes cómo es la sensación que me produce que una supuesta deportista haya degenerado en una criminal como tú? ¿Sabes cómo me siento? ¿Sabes cuántas ganas tengo de darte tu merecido? ¡Tantas que ni me las creo! ¡Haciendo esto no sólo violas la ley, sino que insultas a mi madre, al resto de tus rivales de la primera edición y a todas las mujeres enamoradas que hemos participado en la historia de estos juegos tan bonitos! Bara Inugami, te prometo que te haré sentir la rabia de una mujer ultrajada a la que no le dejan expresar su amor sincero. ¡O vienes, o voy!
La joven gótica se lanzó corriendo a por Bara, quien le agarró una muñeca, aprovechó su fuerza para desequilibrarla y la tiró al suelo pesadamente, zarandeándola por los aires y retorciéndole el brazo una vez la tuvo de boca contra el suelo.
¿Eso era una técnica de Aikido?-preguntó Saya asustada.
No…-dijo Kira-…no del ortodoxo al menos…esta mujer conoce técnicas de todos los estilos, y las adapta de una forma tan violenta que da hasta miedo.
¡Suéltala!-gritó Zira mientras lanzaba una patada contra Bara.
La mujer le agarró la pierna a Zira, soltó a Mirai, hizo girar a la chica cyberpunk sobre sí misma, la cogió por la cintura, saltó, le dio la vuelta y la estampó de bruces en el suelo.
¿Una llave de Wrestling?-se sorprendió Seira mientras intentaba soltar a Kira-¡Maldita sea, está cerrada!
¡He dicho que no os acerquéis!-gritó Bara mientras corría hacia Seira.
¡Patéala!-gritó Scarlet-¡Vamos, rompe el cerrojo!
La joven de sangre inglesa se puso entre Seira y Bara, lanzando un puñetazo hacia esta última, quien lo desvió y contrarrestó con otro, mucho más fuerte y violento, tumbando a la boxeadora. A la cuarta patada, Seira logró encasquillar la puerta. Kira aprovechó la situación para hacer alarde de su fuerza y tirarla de un empujón. Acto seguido, lanzó una feroz patada contra Bara para proteger a su liberadora.
¿Vuelves a por más, Minazuki?-preguntó Bara con sorna.
¡No!-respondió Kira, desafiante-¡Vengo a devolverte el favor!
Bara bloqueó la patada de Kira con un antebrazo, atrasando la mitad contraria del cuerpo. Acto seguido, giró la cadera para volver a adelantar su cuerpo y acompañar el movimiento con un puñetazo recto a la altura del vientre, lanzando por los aires a la chica visual.
¿Karate también?-se sorprendió Scarlet.
Hay muchas cosas que sé sobre la lucha.-respondió Bara haciendo un gesto para que las demás se acercaran.
Saya y Apsaras se lanzaron juntas a por la mujer. Ésta, al verlas, dio dos volteretas hacia atrás, esquivando la palma de Apsaras y el codazo de Saya, movimientos tras los cuales contraatacó cogiendo a la chica india y lanzándola contra la joven de cabello verde. Seira intentó sorprender a Bara desde el aire, lanzando una patada con salto, pero ésta fue más rápida y la interceptó con un potente gancho ascendente de boxeo. Nadia se lanzó a por ella desde su flanco derecho, siendo máxima su sorpresa cuando la vio sacar su látigo con forma de rosal. Tras agitarlo amenazadoramente, Bara fustigó a Nadia, quien salió disparada en un grito de dolor. Se miró: tenía varios cortes sangrantes.
No podéis ni pensaros el luchar contra mí.-dijo Bara-Quería encerraros a todas, pero fuisteis demasiado escurridizas. No obstante, con Kira he tenido bastante.
¿Qué demonios me has hecho?-preguntó la joven bailarina de ballet mientras se reponía del golpe.
Desde que perdí a manos de esa Mai…-dijo Bara-…decidí que me haría invencible, y que mi fuerza férrea sería mi arma para hacerme notar allá por donde pisara. He ido reclutando a muchas luchadoras, como podéis ver…y a todas les he hecho…una pequeña extracción.
¿Estás loca?-preguntó Saya-¿De qué va todo esto?
Un poco de ADN por aquí…-dijo Bara-…un buen equipo computerizado por allá…sólo quiero aprender técnicas de lucha de manera eficiente.
¿Modificaciones genéticas?-preguntó Scarlet-¿Eres medio robot?
Soy totalmente humana.-respondió Bara-Sólo me aseguro de gozar de todo el arsenal de lucha de toda mujer que se me cruce. ¡Con mi lista infinita de técnicas de combate, soy la mujer más fuerte del mundo y pronto me lanzaré a la conquista!
Me parece vergonzoso que una deportista del nivel de las que participamos en un torneo como Victoria Flowers tenga ese mal perder.-dijo Zira-A todas nos duele no ganar…a todas nos duele no ser las mejores…pero el deporte nos enseña que no siempre se gana, que es mejor ser derrotada limpiamente que ganar con trampas, que lo importante es darlo todo en el terreno de juego…
¡Eso es cierto!-exclamó Apsaras-¡He tenido que estudiar muchísimo para conseguir viajar hasta aquí desde la India! ¡He tenido que aprender el idioma a marchas forzadas! ¡He tenido que entrenar de una manera que roza lo inhumano, todo por exigencia propia! ¡Estoy enamorada, mi chico está a países de distancia y yo he venido aquí para decirle cuánto lo quiero! Y, ¿sabes qué? ¡Perdí en la primera ronda! ¡El primer combate de la primera ronda, el combate inaugural! ¡Lo perdí! ¡Fui la primerísima en caer! ¡Claro que supuso un duro golpe para mí! ¡Claro que no me dio ningún gusto! Pero, ¿realmente tengo que enfadarme con Nadia por haberlo hecho mejor que yo en los juegos? ¿Tengo, acaso, derecho a ello? ¡Nadia me derrotó porque corrió y peleó mejor que yo! ¿He de amargarme porque sea más fuerte que yo? De una chica de su calibre no se puede esperar menos…y ahora está en la final. ¡Y le deseo lo mejor! ¡Nadia es una compañera más,  una hermana espiritual, una igual deportista, una rival! ¿Acaso a tu edad confundes rivalidad con enemistad? ¡En ambos casos hay encarnizadas pugnas, pero los rivales pueden ser grandes amigos! La madre de Mirai podría haber sido una gran amiga tuya si tu falta de madurez y tu amargura no te hubieran cegado…
Tras esas palabras, Apsaras rompió a llorar. Emocionada por la confesión, Nadia se levantó, pese a que era la que peor parada había salido.
No ha podido decirlo más claro…-dijo Nadia-…porque no se puede. ¿Quieres mis técnicas, Bara? ¿Quieres aprender Francombat autóctono? EN GARDE! À LA BATAILLE!
Nadia se lanzó de nuevo contra Bara, dispuesta a someterla y apresarla en el suelo.
¡Es inútil, francesita!-gritó Bara.
Se ladeó, esquivando a Nadia, tras lo cual le golpeó en la nuca con el canto de la mano, tirándola de bruces al suelo.
Mira qué calibre tiene tu “amiga”, señorita de anuncio de curry.-le espetó la mujer a Apsaras mientras señalaba a la pobre Nadia.
¡Esos comentarios tan ofensivos y xenófobos te los puedes ahorrar!-exclamó Saya.
Nadia…-dijo Apsaras-… ¡no sabes cómo es Nadia! ¡No tienes derecho a juzgarla!
La joven india se levantó y corrió enfadada hacia Bara, quien no dudó en embestirla con una brutal patada giratoria en la cabeza, haciéndola chocar contra una jaula.
¿Lo sabes tú?-preguntó Bara-La acabas de conocer. Lo único que sabes es que te ha dado una paliza. Vuestros discursos de amor y amistad son tan falsos como todo lo que los rodea.
Deduzco por tu tono y por tus palabras…-dijo Zira-…que tu amor del torneo se rompió violenta y abruptamente, ¿verdad?
¡Cállate, fantasma!-gritó Bara-¿Quién es un espantajo como tú para especular sobre mi vida?
¡Has dado en el clavo, Zira!-dijo Kira con una sonrisa-Eres una inmadura, Bara…así no se habla ni se razona.
¡El maldito espantajo segundo!-gritó Bara-¡Vosotras y vuestro mal gusto os habéis ganado una buena tunda!
Bara apareció ante los ojos de Zira, tras lo cual se dio una voltereta con patada hacia atrás, haciendo chocar a la chica contra el techo. Acto seguido, se lanzó hacia Kira y la embistió con un brutal gancho. Como si tuviera ojos en la nuca, sintió a Saya lanzándose en una patada voladora, por lo que la interceptó con una patada trasera que la tiró al suelo, donde recibió una caída de Bara con el codo en su esternón.
¡Agh!-gritó Saya.
Bara se levantó, parando de inmediato una larga pierna que amenazaba con golpearla. Se giró para mirar a la dueña: Mirai.
¿Pretendes llevarte esto a lo personal?-preguntó Bara.
Mi madre se pondrá muy contenta cuando sepa que te he hecho morder el polvo.-dijo Mirai con determinación.
Bara no dijo más. Dejó caer la pierna de Mirai y la empujó con las palmas de las manos, tras lo cual la atropelló con una combinación de patadas, seguida de dos fuertes puñetazos, una cadena de latigazos y un guantazo en la cara que la tiró pesada y sonoramente contra el suelo.
Una muestra del amor que le tengo a tu sangre.-dijo Bara con una sádica sonrisa.
Oh, tía, eres odiosa…-bramó Scarlet-¡vas a tener que chuparte ésta!
Bara se giró y vio a Scarlet intentando lanzarle un puñetazo por sorpresa: salió expelida de un cabezazo. Seira volvió a intentarlo también, pero recibió un rodillazo aéreo y cayó.
¡Ya es suficiente!-gritó Bara-¡Me encargaré de dejaros a todas bien dormiditas! Cuando no podáis forcejear, me haré con vuestros arsenales de pelea.
La ostentosa mujer dio varias volteretas hacia atrás, quedando frente a todas las chicas. Alzó las manos y concentró una enorme bola de energía de color azul parecido al de su cabello.
¡Haaaaaaaaaaah!-gritó Bara, concentrada.
¡Ya os tengo!-gritó una chica uniformada que se había colado.
Llevaba un explosivo en la mano. Saltó y se dispuso a lanzarlo contra el suelo, para sorpresa de todas las doloridas chicas…pero, para una sorpresa aún mayor, cuando la chica iba a dejar caer el explosivo, dos piernas aparecieron de la nada y patearon su cabeza, una por la cara y otra por la nuca, dejándola suspendida en el aire como si estuviera sujeta con una pinza. Una pierna estaba descubierta y llevaba un zapato con un lazo, mientras que la otra llevaba una bota rosa muy alta.
¡Naoki!-exclamó Mirai-¡Narumi!
Las dos presentadoras habían irrumpido en la sala y habían noqueado a la guardia que se había inmiscuido.
¡Hola a todas!-dijo Naoki-¡Me alegro de que estéis bien!
¡No nos miréis con esa cara!-dijo Narumi guiñando un ojo-Antes de ser presentadoras, comentaristas y jurado, fuimos participantes. Naoki y yo nos conocemos desde la duodécima edición de Victoria Flowers, donde ambas luchamos. Digamos que nos defendemos bien.
Retiraron sus piernas, dejando que la chica cayera. Le retiraron el explosivo de las manos.
¡Bienvenidas!-exclamó Bara-¡Os dejaré en coma a vosotras también! ¡Vuestros arsenales me pertenecerán!
¿Dónde está Hiroshi?-preguntó Kira preocupada.
A salvo.-respondió Naoki-Necesitamos tiempo, tenéis que parar el cañonazo que va a soltar Bara.
Y pensar que fue una de nuestras primeras senpai en los juegos…-dijo Narumi.
Las ocho chicas se levantaron. Se pusieron en fila india, protegiendo a Naoki y a Narumi de Bara. Acto seguido, se pusieron a concentrar energías todas. Sus auras aparecieron alrededor de sus cuerpos: estaban colocadas de una manera tal que formaban un perfecto arco iris con sus auras.
¡YIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!-gritó Bara, soltando la energía en forma de un enorme rayo.
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!-gritaron las ocho chicas a coro.
Nadia lanzó un rayo eléctrico enorme, Scarlet dejó salir de sus manos un chorro de fuego, Saya lanzó un tornado a chorro en horizontal, Kira disparó un chorro verde de energía terrestre, Apsaras dejó fluir un gran rayo de luz, Seira disparó agua a presión, Zira lanzó un chorro verde punzante de energía tóxica y Mirai lanzó un haz de oscuridad. Los ocho haces elementales chocaron contra el enorme rayo de Bara, provocando una inmensa explosión de luz blanca. La estancia se llenó de humo y radiaciones irisadas. Se oyeron golpes: cada chica salió disparada en una dirección, incluidas Naoki y Narumi. De pronto, se oyeron pasos de gente corriendo cual marabunta, acompañados por gritos.
¡POLICÍA!-gritaron-¡Que nadie se mueva!
El grupo de policías entró y vio el panorama: todo destrozado, varias chicas magulladas estampadas en distintas paredes o por el suelo y, en el centro, una mujer de aspecto sospechoso hincada de rodillas y con las manos en la cabeza.
¡Bara Inugami!-gritó uno de los policías apuntándole con la pistola-¡Se le acusa de secuestro, intento de homicidio, suplantación de identidad, intento de terrorismo y prácticas invasivas no autorizadas sobre terceras personas! ¡Tenemos pruebas! ¡No se mueva!
¡La policía!-exclamó Scarlet-¿Cómo…
Entre los agentes estaba Hiroshi, rodeado de varios hombres que lo protegían. El comentarista saludó con la mano y sonrió: se alegraba de ver que todos estaban bien.
Vaya, vaya, Bara…-dijo una mujer que avanzaba pistola en mano entre los policías.
¡Jefa!-exclamaron a coro todos los agentes.
No os preocupéis.-dijo ella mientras le daba vueltas a la pistola con el dedo.
Ugh…-Bara sentía que le iba a explotar la cabeza.
Cuánto tiempo sin vernos, ¿no crees?-preguntó la jefa de policía.
¡Mamá!-exclamó Mirai mientras intentaba levantarse.
No sólo has cometido todos los crímenes de los que te acabamos de acusar…-dijo Mai, la jefa de policía, la madre de Mirai, la ganadora de la primera edición del torneo-…sino que además has practicado el maltrato a menores y…¿qué demonios?-le lanzó la pistola a uno de los agentes, que la cogió al vuelo-¡LE HAS PUESTO LAS MANOS ENCIMA A MI HIJA! ¡TE VOY A DAR PARA EL PELO! ¡Agentes, salgan y llévense a las chicas!
Pero…-dijo uno de los más jóvenes.
¡Es una orden!-dijo-¡Llevaos también al jurado del torneo! ¡Tienen que salir todos de una pieza! ¡Que los evacúen los bomberos!
¿Los bomberos están aquí, inspectora Kurono?-preguntó Kira.
¡Jajaja!-rió Mai-¡Me llamas por mi apellido de soltera! ¡Me caes bien, chica! ¡Agente Tategami para todo el mundo, pero me gusta bastante la idea de usar mi antiguo apellido! Y sí, los bomberos están aquí…tienes sus ojos.
¿Eh?-se extrañó Seira.
Mi madre.-respondió Kira-Es la jefa de los bomberos de esta ciudad. Jamás ha muerto nadie en un rescate que ella haya liderado. Estamos a salvo. ¡Vamos!
Sí, salid.-dijo Mai-Estáis rodeadas de policías, nadie podrá haceros daño.
No se preocupe, señora.-dijo Scarlet-Confiamos en ustedes y…bueno, digamos que, si han encontrado a alguna chica noqueada…algo hemos tenido que ver.
Cerrad la puerta al salir.-dijo Mai cambiando su sonrisa a un tono totalmente serio y frío.
Los policías se llevaron a las participantes y al jurado del torneo hacia los camiones de bomberos. Mientras se alejaban, oyeron fuertes golpes y estridentes gritos, todo de manera repetida y violenta. A los pocos segundos, se abrió la puerta y salió Mai llevando a Bara encadenada debajo de un brazo. La criminal estaba magullada, con expresión dolorida, casi inconsciente y con la ropa destrozada.
Las que no quise darle por no dejarla en ridículo en su día.-dijo al ver las caras de sorpresa de todo el mundo-Más las que se merecía. A mi familia no la toca NADIE.
. . .
Las ocho participantes del torneo y los tres miembros del jurado salieron del complejo. Iba toda una caravana de coches de policía y camiones de bomberos.
¿Qué va a pasar con los juegos?-preguntó Narumi.
Anulados, supongo…-respondió Hiroshi.
¿No tendríamos que preguntar a las participantes?-se quejó Naoki.
Nadia y Mirai se miraron.
¿Queréis librar la final?-preguntó Naoki con seriedad.
Lo…-dijo Nadia-…lo estoy deseando.
Yo también.-respondió Mirai.
¿Qué hora es?-preguntó Naoki.
Las cinco de la madrugada.-respondió Narumi.
No tenemos ningún circuito reservado, los contratos han vencido…-dijo Hiroshi.
¿Y si nos enfrentamos la una a la otra?-preguntó Mirai-Un combate en el ring como los que siempre hemos hecho…al estilo tradicional…incluso podríamos ir con los uniformes de nuestros respectivos estilos, ¿qué os parece?
¡Suena genial!-respondió Hiroshi.
Tenemos la ropa en los vestuarios del estadio.-dijo Nadia-Aún podemos ofrecer un gran espectáculo.
¡Oído!-exclamó el conductor del camión que los llevaba-¡Iremos todos a parar al estadio!
¿Estaría la vigésima edición de Victoria Flowers fuera de peligro? ¿Cómo afectarían los hechos al torneo? ¿Se librará la final? De ser así, ¿quién la ganará?

No hay comentarios:

Publicar un comentario