martes, 27 de agosto de 2013

[WC] Episodio XX: Giros

WORLDS COLLIDE
Episodio XX · GIROS

Te daría una última oportunidad para replantearte el destino que estás a punto de adjudicarte.-dijo Freya-No obstante, no soy así. Te jodes y bailas con lo que has hecho. ¿Ya te has despedido de todos tus seres queridos? ¿Sí? ¿No? Me da igual. ¡Ice Needle!
Freya apuntó a aquella criatura antropomorfa de raza dudosa con su bastón, de cuya punta comenzó a emanar una blanquecina luz helada mientras salían disparadas unas brillantes y cristalinas estacas cónicas de hielo. La armadura del objetivo encajó el impacto, minimizando los daños.
Me subestimas.-dijo el carcelero.
No tanto como tú a mí, créeme.-respondió Freya agarrando su bastón con las dos manos.
Pequeña, hoy no es tu día de suerte…-el carcelero apretó los puños.
Pero, ¿tú eres imbécil?-preguntó Freya-Es la segunda vez que me llamas “pequeña”. ¿No te das cuenta de que te saco una cabeza y media?
Yo en tu lugar no sería tan insolente con tu anfitrión.-respondió el enemigo echando mano de una de sus armas enfundadas.
No me has invitado a nada.-le espetó Freya-No eres mi anfitrión, sólo alguien que se niega a cooperar. ¡Recibe tu correspondiente paliza! ¡Fire…
¡JAJAJAJAJAJA!-rió el carcelero.
Desenfundó una ballesta y comenzó a disparar. Una ráfaga de afiladas flechas oscuras avanzó horizontalmente hacia la chica, quien agitó su bastón, liberando bolas mágicas que destruyeron las flechas.
Te dije que no era moco de pavo…-dijo Yurika.
Ahórrate las frases de madre y mueve el culo si tanto te preocupa lo que me pueda hacer este inepto.-le contestó Freya-¿Cómo lo derrotasteis la otra vez?
¿Derrotarme?-preguntó el aludido-¿A mí? ¡Soy invencible!
Lo cierto es que…-explicó Yurika-…nos las ingeniamos para huir.
Está bien.-concedió Freya-Si quieres algo bien hecho, hazlo tú. No será que no te lo advertí, señor…
La chica apuntó al carcelero con el bastón.
¿Crees que te va a funcionar la segunda vez algo que no has logrado a la primera?-preguntó el carcelero sacando una espada-Tu débil magia de frente no es nada contra mí, ya lo has visto.
¡Shadow Needle!-exclamó Freya.
El suelo se recubrió de oscuridad. De él emergieron unas largas y veloces púas negras desde detrás del carcelero hasta su espalda, provocándole un desequilibrio y la rotura de su capa.
¿Crees tú que concentrarte en el frente tanto como crees precipitadamente que tu oponente hace es una buena estrategia?-lo imitó Freya-Tampoco a ti te iba a funcionar por segunda vez un truco que he frustrado en primera instancia.
¡Increíble!-pensó Yurika-¡Ha herido al carcelero! Parece que le ha clavado algo en la espalda… ¡tengo que actuar ahora!
Yurika saltó y se colocó a la espalda del carcelero. Tomó impulso corriendo hacia él, saltó, estiró las piernas, las cruzó y…se convirtieron en un enorme taladro cónico que impactó contra la espalda de aquel bestial homínido, produciendo un chirrido metálico muy desagradable a la vez que numerosas chispas.
¡Hazle mella!-exclamó Freya-¡Atraviésalo!
Está muy duro…-dijo Yurika suspendida en el aire mientras taladraba la espalda del carcelero en vano.
¡Mierda, Yurika!-le espetó Freya-¡Es puta magia, no un taladro convencional! No tienes que cambiar de broca, sólo tienes que intensificar tu magia. ¡El poder mágico reside en la mente! ¡Muéstrale a este lerdo el poder de tu mente! ¡Partámoslo!
Harta de que su compañera no parara de gritarle y de echarle cosas en cara, Yurika se concentró e intentó avanzar. Finalmente, hizo una grieta en la parte trasera de la armadura del carcelero.
Mi turno.-dijo Freya.
Saltó y apuntó a su enemigo con el bastón.
¡Stone Rain!-gritó.
Yurika notó una vibración. Restituyó sus piernas y se apartó, dejando que una lluvia de rocas cayera sobre el carcelero con objeto de lapidarlo. Tal y como Freya pensaba, Yurika le había tocado un punto sensible, por lo que no pudo combatir el hechizo en su totalidad y se vio doblado por el peso de las rocas que caían.
Bien hecho, Yurika.-dijo Freya mientras corría hacia el carcelero.
¿Qué haces?-preguntó Yurika-¡Si te acercas a él, te golpeará! ¿No has visto su espada?
El carcelero se apartó las rocas de la espalda, desenfundó su gigantesca espada y lanzó un tajo contra Freya, quien bloqueó el impacto con su bastón, que resultó ser más duro y resistente de lo que parecía.
Observa lo que me importa su espada.-dijo Freya-¡YAAAAAAAAH!
Con una hábil finta, desequilibró al carcelero. Acto seguido, hizo un barrido bajo con el bastón y le golpeó en un tobillo, arrastrándole el pie hasta levantárselo del suelo y ocasionando su caída de espaldas. Sin perder ni un segundo, el altísimo ser lanzó un sablazo desde el suelo para recuperar terreno y poder levantarse, pero se vio burlado de nuevo por la habilidad de Freya en el manejo del bastón. Mientras forcejeaba, la joven giró el bastón y lo deslizó vehementemente hacia abajo, clavándole la punta en un resquicio de la armadura.
Bingo.-Freya sonrió.
Hizo palanca con su arma y le saltó una placa pectoral de la armadura, revelando ropas grises y negras debajo de la misma. Intentó asestarle un golpe letal, pero recibió una patada y salió volando. Se estabilizó en el aire y lanzó varios proyectiles mágicos con la punta del bastón mientras caía de pie lejos de él. Su enemigo respondió destrozándolos con su espada, la cual lanzó tras ello girando hacia Freya.
¡Qué marchoso!-comentó Freya-Pero nada cerca de lo necesario para seguirme el ritmo, lo siento.
El bastón de la joven se deshizo en motas de negrura. Corrió hacia la espada. Se deslizó por el suelo bajo ella con las piernas flexionadas y abiertas y, tras pasarla de largo, estiró el brazo para cogerla con la empuñadura, giró sobre sí misma mientras la agarraba bien y terminó el giro acercándose hacia el carcelero para propinarle un sablazo que éste contrarrestó sacando una enorme hacha de un filo de su cinturón.
Esto ya parece haberse reducido a ver quién tiene mejor técnica en el manejo de armas…-dijo Freya-…dime, ¿te sangra mucho la espalda?
¡Cierra la boca y muérete!-exclamó el carcelero haciendo presión con su hacha para intentar doblegar a Freya.
Qué poca fuerza tienes…-se rió Freya-¿el temido carcelero es esta mierda? Ya te he dejado lucirte, no me digas que no fui amable. ¡Fin del combate!
Freya ejerció presión con sus manos sobre la espada, atravesando el hacha perpendicularmente y mandando el trozo cercenado a volar hasta clavarse en el techo. Sin pararse, lanzó otro tajo, esta vez dirigido al propio carcelero, que no tuvo oportunidad de defenderse. La gigantesca espada rompió la otra placa pectoral de la armadura y le hizo un profundo corte en la parte del pecho que ya tenía descubierta.
¡Habla!-exclamó Freya-¿Qué es todo esto?
¡AAAAARGH!-chilló el carcelero.
¡Deja de fingir!-chilló Freya lanzándole otro tajo-¡Se te ve demasiado entero!
El hombre cayó hincado de rodillas tras el segundo golpe.
¿Cómo se llama este mundo?-preguntó Freya-¿Dónde estamos? Cuéntame todo lo que sepas…o enséñame dónde está la biblioteca de este sitio horrible. ¡Vamos!
Ni siquiera un grupo de alumnos de élite en el mundo real y autodidactas en la magia pudimos con él…-pensó Yurika-…diez personas huimos de él…y ella lo está dominando…como si nada.
¡No hay biblioteca!-exclamó el carcelero-¡Sólo muerte!
¡No hables si no es para responder a mis preguntas!-le ordenó Freya.
Le hundió la espada en un hombro. Acto seguido, la lanzó por los aires y la partió en dos de una patada, dejando que cada trozo se clavara en un punto del suelo. Yurika echó a correr hacia el vencido enemigo y, esquivando un fuerte manotazo, le arrancó algo con lo cual huyó dando volteretas hacia atrás.
¡Tengo sus llaves!-exclamó Yurika-Se las he visto debajo de la armadura…
¡MALDITA!-chilló el carcelero.
¡Nunca se te ocurra darle la espalda a alguien como yo!-dijo Freya girándole la cabeza hacia ella con las manos.
Tras forzarle el cuello, echó una pierna hacia atrás y la levantó elegantemente. Acto seguido, la bajó, describiendo un enorme arco que continuó hasta dar una voltereta hacia delante con patada con la cual le saltó el casco, revelando un rostro algo anciano y una larga melena grisácea.
Y encima eres feo.-comentó Freya.
¡Mierda!-exclamó Yurika con los ojos como platos.
¿Pasa algo?-preguntó Freya.
Ése…-dijo Yurika-… ¡es un profesor de mi universidad! ¡Tomó la baja justo cuando descubrimos el libro!
Más incógnitas.-dijo Freya-Genial. Está catatónico…creo que lo hemos dejado seco.
¿Me disculpas?-preguntó Yurika.
Freya miró a su compañera. Corrió hacia el hombre y le pateó la cabeza con fuerza hasta empotrarlo en una pared.
Nos miraba a las alumnas con caras poco propias de un doctor de su calibre.-explicó Yurika.
Interesante.-respondió Freya-Lo mataría, pero algo me dice que aparecería muerto en el mundo real.
Dicho esto, las ropas de Freya volvieron a ser las que llevaba antes tras un chasquido de dedos.
Creo que tengo una ligera idea de qué puede ser todo esto.-dijo Freya-No obstante, tengo algo que resolver. ¡Mira la hora que es! Será mejor que salgamos. ¿Cómo salís normalmente?
Cada vez que damos…un paso importante…-explicó Yurika-…se abre un portal que nos devuelve a la realidad.
¿Es poco importante habernos cargado a este papanatas?-preguntó Freya.
Es demasiado importante, diría yo.-respondió Yurika-¡Mira, ahí está!
Se abrió un portal de luz roja que las invitaba a cruzarlo.
¿Qué pasará con las llaves si nos vamos de aquí?-preguntó Freya.
Volverán a estar en mis manos cuando vuelva a entrar.-respondió Yurika.
Perfecto.-dijo Freya-Tenemos que utilizar todas y cada una de estas llaves. El tono de voz de ese vejestorio me lleva a pensar que en este edificio se esconden secretos que no quería que supiéramos.
¿Vas a volver a entrar conmigo?-preguntó Yurika.
No podré, en general.-respondió Freya-Las noches son horarios muy ocupados para mí ahora mismo. Tendrás que hacer horas extra, supongo.
Está bien.-dijo Yurika-Creo que podré. No hay nada más fuerte que ese hombre en estas inmediaciones. Me las ingeniaré para venir sola, sin que mis compañeros se enteren.
Ése es el espíritu.-dijo Freya.
Salieron del libro, volviendo al mundo real.
Voy a colocar el libro en su sitio y nos vamos de aquí.-dijo Yurika.
Freya miró en todas las direcciones. Nadie había burlado su hechizo. No obstante, vio algo que antes no estaba ahí.
Eso es…-dijo Freya con cara de preocupación.
¿Qué pasa?-preguntó Yurika.
No han entrado en mi pantalla, pero…-dijo Freya-…alguien ha estado alrededor. Alguien que sabía lo que hacía.
Señaló un punto en la mesa de al lado. Había clavada una finísima aguja apenas visible de no ser por lo que llevaba clavado y que yacía en la mesa. Era un pétalo.
Un pétalo…-dijo Yurika-… ¿de qué flor será?
Cattleya labiata.-respondió Freya sin ni siquiera detener sus ojos en ella-Un tipo de orquídea.
¿Conoces las flores?-preguntó Yurika-Bueno, qué pregunta…serás bióloga, botánica y un largo etcétera.
Las flores son una de mis especialidades.-dijo Freya-Reconocería cualquiera de ellas de lejos y con la más mínima pista.
Bien, es una orquídea…-comentó Yurika-…pero, ¿qué quiere decir esto?
Algo que no me esperaba.-respondió Freya.
¿Significan algo especial para ti las orquídeas?-preguntó Yurika.
Para mí, todas las flores son especiales.-respondió Freya-No obstante, esta flor…una orquídea…es el olor de…sí, es ella.
¿Qué está pasando?-preguntó Yurika.
Una zorra que goza de mi asco y odio se perfuma asiduamente con una mezcla exquisita que contiene un toque inconfundible de esencia de orquídea.-dijo Freya-Probablemente, ni reparó en ello al adquirir la fórmula. No obstante, yo lo dije en voz alta la primera vez que sentí su olor en el campo de batalla. Es una arpía, pero tiene buen gusto. Algo me dice que quiere indicarme que ha estado aquí.
¿De quién se trata?-preguntó Yurika.
Se ha mudado recientemente a este país para ejercer su labor científica.-dijo Freya-Si estás puesta en la actualidad de la investigación japonesa, te sonará. Aquanika Vinokourov es su nombre. Kazaja. Puta como ella sola. Lleva un proyecto muy interesante sobre la catálisis enzimática.
Creo que he leído algo…-dijo Yurika-…pero, dicen las malas lenguas que es…una asesina en serie.
La mayor asesina en serie viva de la historia.-dijo Freya-Porque yo no cuento. Mucho cuidado con todo lo que hagas a partir de ahora: sabe de tu existencia.
¿Corro peligro?-preguntó Yurika.
Por partida triple.-le explicó Freya-Shiroi y Aquanika tienen sus ojos puestos en ti. A eso, súmale tu misión para con el libro.
Mierda.-dijo Yurika-¿Para qué os habéis plantado en mi vida?
Para salvártela.-dijo Freya-Ya nos lo agradecerás. No te preocupes, Aquanika va a dejar de ser una amenaza.
¿Vas a matarla?-preguntó Yurika.
No.-respondió Freya-Le dolerá aún más que eso. No obstante, sigue viviendo como si te amenazara. Ten mucho cuidado. Es, de lejos, demasiado para ti, así que, si la ves acercarse, llámanos. Si ese carcelero os obligó a huir, Aquanika os obligaría a traspasar galaxias. Es por eso que es hora de cortar de raíz esa mala hierba. Te acompaño a tu dormitorio. Hazte la niña buena.
. . .
Muy buenos días.-saludó Freya por el teléfono a primera hora de la mañana siguiente-Anoche fue todo un espectáculo.
¿Divertido?-preguntó Yamiyuki.
Mucho.-respondió la chica-Te informaré esta tarde. Me pasaré a verte a la universidad…en la cafetería tendremos tiempo y espacio para charlar. Tenemos dos grandes problemas que quiero contarte ahora mismo: hay que, uno, asegurar a Yurika y, dos, quitar a Aquanika del medio ya.
¿Qué ha pasado?-preguntó Yamiyuki.
No sé cómo, pero esa arpía se paseó anoche por al lado del libro.-dijo Freya-Me dejó una señal, una provocación…
¿Qué era?-volvió a preguntar el chico.
Un pétalo de orquídea clavado en una aguja senbon sobre una mesa.-respondió Freya-Una clara declaración que reza “Hola, amiga mía, he estado aquí, mirando el libro que te ha tragado.”…y eso, junto con el libro y Shiroi, suponen una amenaza por tres vías para Yurika, que es la más joven y, posiblemente, la menos poderosa de la alianza. He pensado en ofrecerle una becaría. Si me ayuda en el trabajo, podrá pasar más tiempo conmigo, estar lejos de peligro y aprender de mí: podría enseñarle cualquier asignatura de cualquiera de sus carreras. También podría ser, si no quisiera conmigo, becaria de Metallurgy. Ella podría resguardarla bien en ese bastión de oficina que tiene. O de las dos, si así lo deseara. Es superdotada, podrá con lo que quiera.
Nos reuniremos con ella cuando sea posible, ¿verdad?-dijo Yamiyuki-Me parece bien, siempre que avancemos.
Avanzaremos.-dijo Freya-Creo que anoche descubrimos un filón para revelar los secretos del libro de Yurika. Respecto a la parte de Aquanika…creo que tengo la solución definitiva. Si no la doblega, le hará explotar la cabeza del dilema. Y se me ocurrió desde el principio, pero nunca quise hacerlo por razones obvias…
Sorpréndeme.-pidió Yamiyuki.
Esa zorra es mercenaria.-dijo Freya-Ata cabos.
¿VAS A PEDIRLE QUE TRABAJE PARA NOSOTROS?-chilló Yamiyuki entre carcajadas-¿LE VAS A PAGAR? ¡¿LA VAS A CONTRATAR?! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!
Conozco las intenciones de la gente con su tono de voz.-dijo dulcemente Freya-La idea te ha parecido jodidamente genial y lo sabes.
¡Claro que sí!-exclamó Yamiyuki-¡Será lo más violento, descabellado, paradójico y explosivo que pudiéramos hacer con respecto al tema de esa mujer! ¡Estoy deseando ver la cara que se le va a quedar cuando se lo digas! Dime que puedo acompañarte cuando lo hagas…
Debes.-dijo Yamiyuki-Lo haré mañana. Sabré dónde encontrarla…esa tía es como el principio de incertidumbre de Heisenberg, es imposible tenerla pillada por los huevos, pero sí a pinceladas que son suficientes si somos ágiles.
¿Debo?-preguntó Yamiyuki.
Soy una persona con mucha experiencia en la vida.-dijo Freya-De todo hay que sacar jugo y…si hay que darle varias hostias para que acceda…tendré que ser yo, porque tú no pegas a mujeres. Concluyo así en que…alguien tendrá que sacarle fotos cuando le diga que voy a verla en calidad de clienta.
Yamiyuki se echó a reír.
Nos vamos a divertir mucho.-respondió Yamiyuki-¿No tiene secuaces o sicarios? Quiero sangre…
La habrá.-dijo Freya-Siempre que movemos un dedo acaba habiéndola. Nos vemos esta tarde en la cafetería de tu facultad, entonces.
Perfecto.-respondió Yamiyuki-Te dejo, que voy a entrenar.
Hasta la tarde.-respondió Freya.

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