miércoles, 28 de agosto de 2013

[WC] Episodio XXI: El brazo a torcer

WORLDS COLLIDE
Episodio XXI · EL BRAZO A TORCER

Al día siguiente, cuando aún eran horas dolorosas e inhumanas para interrumpir el dulce abrazo de Morfeo y lidiar contra el frío y duro mundo real, Freya y Yamiyuki ya estaban despiertos, habían hecho varias cosas productivas y se hallaban reunidos, tomando un abundante y lujoso desayuno.
¿Y bien?-preguntó Yamiyuki-¿Has localizado a Aquanika?
Sé dónde va a estar hoy.-dijo Freya-Podremos ir a hablar con ella antes de que salga a trabajar, es decir, ya mismo, o cuando vuelva, esto es, pasada la medianoche.
Cuanto antes, mejor, ¿no es así?-propuso Yamiyuki.
Exacto.-dijo Freya-Por eso traigo esto conmigo.
Señaló un carro metálico en el que había una enorme y pesada caja de color negro.
¿Qué es?-preguntó Yamiyuki-Bueno, supongo que será…
Todo pescador usa un cebo.-dijo Freya.
Exacto, justo lo que pensaba…-Yamiyuki se apartó la melena de su hombro derecho.
Está un poco lejos de aquí.-dijo Freya-No sé qué coño hace en unas ruinas de un templo antiquísimo que ni siquiera es de nuestra cultura. Supongo que le recordará a su tierra…
¿No será una de esas ruinas falsas que se construyen para llenarse los bolsillos con el turismo?-preguntó Yamiyuki.
Todo puede ser.-dijo Freya-Aunque lo único que me interesa es que con el GPS de mi coche puedo conducir apuntando a su opulento culo.
Entonces…-concluyó Yamiyuki-…nos espera un rato muy movidito, ¿no?
Mucho.-dijo Freya-Vamos a terminarnos el desayuno…hoy nos va a hacer falta.
Sin mediar más palabra, echaron mano de sus cubiertos y comenzaron a comer de la deliciosa macedonia que había en el centro de la mesa entre otras cosas.
. . .
No tardaron en subirse al coche y salir de la ciudad. Aún no había amanecido del todo, pero tenían que hacerlo obligatoriamente a esa hora si no querían que Aquanika desapareciese para hacer su dudosamente legal trabajo diario. Conforme se alejaban de la civilización, la carretera se hacía más serpenteante. El tenuemente iluminado cielo se veía paulatinamente cubierto de nubes negras. Sin saber exactamente el porqué, se sentían en la dirección correcta, como si aquel panorama, que, además, estaba cada vez menos poblado de vegetación, les indicara que se estaban acercando hacia su objetivo. Divisaron los restos de un edificio derruido. Arcos, columnas y cornisas medio destruidas eran los únicos elementos que quedaban en pie.
Decidieron aparcar detrás de un ennegrecido y altísimo árbol sin hojas para que no se divisara el coche desde las ruinas. Comenzaron a acercarse a pie al lugar.
Tengo que pensármelo varias veces para creérmelo.-dijo Freya-Voy a decirle a Aquanika Vinokourov que si me echa una mano.
Fue idea tuya.-dijo Yamiyuki.
Lo sé.-dijo Freya-Y orgullosa estoy de ello. No obstante, sigue siendo un juego de riesgo. Me encantan las emociones fuertes.
Y a mí también.-respondió el chico-Estoy deseando ver la cara de Aquanika.
El viento apenas soplaba. Sólo se escuchaban los suaves pasos de la pareja y el soniquete de las ruedas del carro que portaba Freya. Cuanto más se acercaban, con mayor nitidez veían una figura en el centro del lugar. El tamaño y el color de su melena le pusieron nombre y apellidos: era ella.
Cuando por fin estuvieron entre las ruinas, la encontraron de espaldas, hablando con un teléfono móvil cuya cobertura veían inexplicable. Se detuvieron.
¡Hombre, vieja zorra!-exclamó Aquanika con aparente jovialidad-¿Cómo te trata la vida?
Aquanika no parecía haberse dado cuenta de que tenía visita.
Ya, ya, ya, sí, eres joven, sí, vieja zorra.-respondió Aquanika-¿Que por qué te llamo? Verás…sé que te quedaste con las ganas de revivir los viejos tiempos cuando pasó todo eso. ¿Por qué no te das una vuelta por lo que tengo montado? Igual puedes revivir tus años mozos…
Seguía hablando animadamente.
No me llames puta, por favor.-dijo Aquanika-No me obligues a volar hasta allí para patearte el culo. Ya, claro…sí, lo que tú digas. ¿Te espero?
La conversación no parecía tener un pronto final.
Bueno, como quieras, ya lo hablamos con más calma luego.-concluyó la kazaja-Tengo que irme a trabajar y, antes de eso, tengo que patear dos bonitos y musculosos traseros. ¿Que los descuartice en una videollamada? Puta psicópata, ¿a quién me recuerdas? ¡JAJAJA! Bueno, te dejo…el tajo es el tajo.
Aquanika apagó el dispositivo, se lo guardó en un bolsillo y se giró, mirando con sorna a Freya y a Yamiyuki. Pudieron verla con claridad: llevaba una blusa negra con un generosísimo escote y mangas de campana, unos guantes rosas con correas negras y nudillos plateados, una minifalda de color rosa pálido con correajes negros, medias negras ajustadas y botas altas de tacón. Tenía puestas unas gafas ovaladas de montura blanca azulada.
¡Buenos y suicidas días!-los saludó-¿Tan cansados estáis de vivir que habéis venido directamente a mi humilde morada a que os dé fin?
Te equivocas, máquina de ladridos.-respondió Freya.
Un chasquido de dedos.-respondió Aquanika-Un pisotón. Un paso en falso. Lo que sea. Un ínfimo movimiento, tanto por mi parte como por la vuestra…y miles de instrumentos de joder a la peña se estamparán contra vuestros cuerpos, que sucumbirán por duros que sean.
Haz el favor de hacer honor a tu elevadísimo coeficiente intelectual por una puta vez en tu puta vida y escúchame.-dijo Freya-Vengo a decirte algo razonable.
Te voy a dejar que lo digas por ser tú.-respondió Aquanika-Tendría que sentir honor por recibir la visita de la gran Freya. ¿Qué quiere la jirafa?
Sé que te sientes ofendida y ridícula teniendo que decirme eso teniendo dos metros de estatura.-respondió Freya con una simpática sonrisa-Bueno, Aquanika…te lo voy a decir alto, claro y una única vez. Eres una asesina de las que ya no quedan, una mercenaria inigualable. Quiero tus servicios. Así es, vengo en calidad de clienta. Voy a contratarte.
Se hizo el silencio.
¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!-Aquanika estalló en carcajadas a la vez que se produjo un trueno.
¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!-se rió Freya a la vez-¡YA LO HAS OÍDO!
Tu humor es tan negro como tus pintas.-dijo Aquanika-Si me disculpas y, si no, también, procedo a matarte con…
No es ninguna puta broma.-dijo Freya-Quiero contratarte. Te pagaré lo que sea necesario. Firmaremos un contrato legal. He traído el papeleo y bolígrafos.
Pero, ¿tú eres subnormal o qué?-preguntó Aquanika-Jamás seré la perra de otra perra.
Freya tiró del carro y lo puso frente a ella. Con una patada, lanzó la caja negra volando hasta los pies de Aquanika.
La combinación son cuatro ceros.-respondió Freya.
No voy a tocar esa trampa.-dijo Aquanika.
La chica se esfumó. Acto seguido, una púa metálica sobrevoló la estancia cortando el aire, se clavó en la caja e hizo que la tapa saltase por los aires. De la caja comenzaron a brotar fajos y fajos de billetes que estaban metidos a presión.
¡Vaya!-exclamó Aquanika apareciendo de nuevo en el mismo sitio en el que había desaparecido.
Tómatelo como un incentivo para aceptar el contrato.-dijo Freya-No es nada comparado con tu sueldo.
¿No te voy a salir un poco cara?-se regodeó Aquanika.
No mucho más que la ropa interior que llevo ahora mismo.-respondió Freya con desprecio-¿Aceptas o aceptas?
Aunque somos enemigas, me conoces lo suficiente como para saber que el dinero me pone burra…-dijo Aquanika-…has conseguido llamarme la atención, sí, me has…activado.
¿Dónde te has comprado esas lentillas?-preguntó Freya al ver que los ojos de Aquanika habían cambiado de negro a marrón claro.
Nunca lo sabrás.-respondió Aquanika-Como iba diciendo…vamos a hacer una cosa. Tú y yo, aquí y ahora. Una pelea entre guerreras con todas las de la ley. Si ganas, firmo el contrato…pero, si pierdes, cosa probable en terreno minado por una servidora, tú y tu amiguito seréis ajusticiados. ¿Te atreves o te vas corriendo? El dinero del suelo, por supuesto, me lo quedo.
¿Cómo no nos vamos a atrever?-preguntó Yamiyuki cruzándose de brazos-Venga, Freya, haz que esto sea digno de grabar.
Será un placer.-dijo mientras se acercaba a Aquanika con los puños apretados.
Bien, Freya, bien, no me has decepcionado. Eres valiente.-dijo Aquanika mientras alzaba un puño-¡Los cementerios están llenos de valientes!
Y la mierda está compuesta por cobardes.-dictaminó Freya haciendo un tajante gesto con una mano.
Sopló una leve y momentánea brisa que hizo que la vaporosa vestidura de Freya ondease. Llevaba un top negro con el cuello en forma de flor y que únicamente le cubría los pechos, una falda de tablas del mismo color con cruces doradas y plateadas alternando en cada tabla, guantes largos de rejilla, botas negras de tacón con espirales de cadenas metálicas y un cinto a la altura de la cadera con un lazo en forma de flor por la espalda del que colgaban dos tiras de tela con vuelo.
Veamos cuánto duras.-dijo Aquanika-¡YIAAAAAAAAAAAAAH!
Aquanika desapareció del panorama. Segundos después, apareció peligrosamente cerca de Freya, dispuesta a golpearla en la cara con un rodillazo aéreo, pero fue bloqueado por las manos de su contrincante, quien, acto seguido, le agarró la pierna y, girando sobre sí misma, intentó hacerle una llave. La chica de cabello rosa se las ingenió para zafarse y, aún sin tocar el suelo, lanzó una patada voladora a modo de contraataque y alejamiento. Freya se apartó con una voltereta hacia atrás y, tras estabilizarse, corrió hacia su contendiente con el puño en alto. A medio camino, la vio desaparecer de nuevo, por lo que se dio la vuelta y lanzó un puñetazo que rozó a la otra chica, que acababa de aparecer en el lugar marcado por el puño pero había sido lo bastante ágil como para esquivarlo en el último segundo.
¿Y si nos zurramos y dejamos de jugar al gato y al ratón?-preguntó Freya.
Me parece bien.-respondió Aquanika.
La mujer kazaja sacudió sus brazos. De sus mangas salieron sendas cadenas que llevaban sendas hachuelas atadas en los extremos.
A ver cómo te defiendes con esto…-dijo la asesina con una sonrisa.
Comenzó a lanzar latigazos. Las cadenas oscilaban ante los rítmicos y vehementes braceos de Aquanika, y las hachuelas danzaban en los extremos peligrosamente. Freya esquivó varios cortes que podrían haber sido fatales y, acto seguido, concentró energía en una mano. Juntó las dos manos y expulsó un proyectil azulado de energía espiritual que Aquanika destrozó con un golpe de hachuela, agarrando dicho objeto con la mano tras ello.
Bonito truco.-dijo Aquanika con sorna-Pero no lo suficiente. ¡Mira y aprende!
Aquanika saltó y, en el aire, dejó caer sus cadenas para agarrarlas en el extremo más alejado para así poder aprovechar su longitud al máximo. Comenzó a girar sobre sí misma a gran velocidad, logrando que las cadenas se tensaran y describieran un aro cortante con las hachuelas a su alrededor.
¡Extreme Flowering Gale!-gritó Aquanika mientras descendía hacia su contendiente con un peligroso brillo rosa en los filos de sus armas.
Freya comenzó a alejarse encadenando volteretas mortales hacia atrás, esperando a que la otra mujer se cansara de girar. Al ver que no era así, decidió cambiar de estrategia, se dobló hacia atrás, separó las piernas y se deslizó hacia el cuerpo de la chica, pasando por debajo de su peligrosísimo y vertiginoso aro de cadenas. Conforme se acercaba, arrastrándose, escuchaba leves y precisos sonidos metálicos procedentes del cuerpo de su enemiga. No se paró a pensarlo, sino que apoyó la espalda en el suelo y le dio una patada en lo que podría ser su estómago, logrando interrumpir el giro y proyectándola por los aires.
¡Bien, justo como esperaba!-exclamó Aquanika-¡Cross Ripper Slasher!
En el aire, Aquanika giró sobre sí misma en sentido contrario al anterior, dejando salir de su ropa, con unas pocas vueltas, montones de cuchillas curvadas que llovieron girando sobre sí mismas contra Freya, quien se levantó y corrió a toda velocidad. Al ver cómo las armas reducían a polvo un trozo de columna, decidió quedarse quieta y hacer una pantalla mágica con sus manos para protegerse. Al cesar el arrecio, finalizó su hechizo, dejando que todas las cuchillas cayeran al suelo, produciendo un molesto tintineo. Sólo habían pasado unos segundos, y Aquanika seguía descendiendo hacia el suelo tras el impulso de la patada. Comenzó a agitar los brazos, sacando armas de debajo de su ropa. De nuevo, Freya se vio obligada a esquivar una jabalina que se había clavado hondamente en el suelo, seguida de otra, otra más, y otra…y tras ellas fueron hachas de doble filo de gran tamaño, que no paraban de clavarse y minar la estancia.
¡Es gracioso que tu poder no sirva de nada si no tienes tiempo para usarlo!-exclamó Aquanika mientras lanzaba armas.
¡Es gracioso que una ingeniera física no sepa que la gravedad la va a devolver a su sitio!-exclamó Freya imitándola.
Aquanika cayó de pie en el suelo, momento que Freya aprovechó para aparecer detrás de ella en una espiral de pétalos de rosa. En esta posición, la agarró de debajo de los brazos, separándoselos fuertemente y le propinó un fuerte rodillazo en medio de la espalda. Tras ello, la dejó caer, desestabilizada, y le asestó una patada giratoria en la cabeza que la lanzó a rodar por el suelo.
Eres un poco notable en combate, pero no te confíes.-dijo Aquanika enseñando un manojo de shuriken que se había sacado, literalmente, de la manga-¡Ahí va un regalito! ¡Ninpo Breeze!
Dando vueltas, Aquanika lanzó con enérgicos braceos una gran cantidad de estrellas shuriken, cuchillos kunai, agujas senbon y cuchillas kama que se dirigieron amenazadoramente hacia Freya.
Lo patético de todos tus devastadores trucos es que se pueden burlar de la misma manera.-dijo Freya-¡Dragón de Viento!
Freya hizo una elegante kata marcial y liberó un aura verdosa a su alrededor. Un agitado viento en forma de dragón verde jade giró sobre ella, desvió todas las armas y, acto seguido, se dirigió a chorro hacia Aquanika, surcando el cielo. La asesina se apartó y vio cómo el ataque impactaba en el suelo y producía un cráter.
Ya has enseñado demasiado por hoy.-continuó Freya-Es hora de que te despidas. ¡Técnica especial del Combate Floral! ¡Ventisca de Pétalos de Cerezo!
Freya comenzó a girar sobre sí misma, liberando un fiero vendaval cargado de rosados y hermosos pétalos de cerezo. El ataque arreció contra Aquanika, haciéndola volar por los aires.
¡Ugh!-exclamó Aquanika.
La joven kazaja comenzó a descender en picado. Observó que Freya había aparecido justo debajo de ella y tenía una pierna levantada y doblada: iba a patearla si no hacía algo.
¡Haaaah!-chilló Aquanika.
De su pronunciado escote salieron dos objetos metálicos alargados. Los asió con sus manos y los agitó, abriéndolos y mostrando que eran dos abanicos metálicos cortantes. Giró sobre sí misma mientras caía, obligando a apartarse a Freya. En esta posición, una vez se halló de pie, comenzó a danzar elegantemente con los abanicos, desarrollando una combinación de cortes que obligó a su contendiente a esquivarla sin descanso. Tras varios segundos girando e intentando acercarse a Freya, Aquanika lanzó una vehemente patada que golpeó en el esternón a Freya y le dio un instante de ventaja que aprovechó para lanzar un fuerte corte con el abanico, haciéndole un sangrante corte a la altura de las costillas.
Eres una zorra…-dijo Freya mientras se llevaba la mano a la herida-…una zorra mala…y a las zorras malas… ¡se les imponen castigos acordes!
Freya saltó con fuerza y se abrió de piernas en el aire, levantando ambas extremidades a la vez y saltándole los abanicos a su contendiente. Acto seguido, cerró sus piernas sobre el cuello de Aquanika, giró hacia abajo hasta apoyar las manos en el suelo y arrastró a la asesina hasta golpearla contra el suelo. Desde esta posición saltó y sobrevoló a su oponente hecha un ovillo hasta caer sobre ella con ambas rodillas.
Yo gano.-informó Freya mientras cargaba energía en una mano y sujetaba a Aquanika por el cuello con la otra-Como siempre.
No tan rápido.-susurró Aquanika.
La joven se volvió a esfumar, haciendo que el impacto energético de Freya agujereara el suelo limpiamente. Freya miró hacia arriba y también desapareció. Yamiyuki pudo observar pequeños golpes y perturbaciones en el aire que sonaban como aceros chocando. Las dos chicas estaban saltando a gran velocidad y golpeándose, como si fueran dos aves de presa. Su agilidad y ligereza era tal que no se las veía. Se movían como auténticas guerreras ninja legendarias. Finalmente, se escuchó un gemido. Una gota de sangre cayó al suelo. Freya descansaba arrodillada en el suelo, jadeando, con un cuchillo tantô en una mano y una lanza naginata en la otra, mientras que Aquanika caía con dificultad, herida, con tres katana en una mano y un revólver en la otra.
Has sido una oponente muy rebelde, he de admitirlo.-dijo Freya-Pero es hora de acabar con esto. Tenemos más cosas que hacer en el día de hoy.
Freya dejó caer las armas y saltó, girando sobre sí misma con las palmas de las manos por delante, como si fuera una bala giratoria decidida a atropellar a Aquanika, quien, al ver lo que sucedía, también soltó sus armas y se puso en guardia. Ejecutó un tajante bloqueo que le permitió agarrar las muñecas de Freya, cruzarle los brazos y castigarla con varias patadas rápidas en el cuello.
Pateas como un enano de jardín.-le espetó Freya.
A ver si esta patada te gusta más que las otras.-dijo Aquanika.
De la puntera de la bota de Aquanika salió una punzante y larga cuchilla. Freya se apartó arqueando la espalda y, acto seguido, se dio una voltereta para romper el agarre y patear el mentón de su contendiente. Tras volver a pisar el suelo, vio que su contendiente se acercaba hacia ella corriendo y ladeándose violentamente, con un bamboleo que la hacía parecer borracha.
¡Vinokourov Roll!-exclamó.
Acompañó su profundo bamboleo con puñetazos en arco, cada vez más rápidos. Cada vez describía arcos más pequeños y golpeaba más rápido y más alto, poniéndose cada vez más erguida, hasta el punto de estar completamente recta con las piernas separadas describiendo pequeñísimos ángulos que hacían parecer que su cuerpo vibrara mientras sus puños, envueltos en un aura rosada, golpeaban a Freya incesantemente. Finalizó la combinación con un gancho alto que hizo volar a la otra chica, tras lo cual la cazó con otro ataque.
¡Vinokourov Special!-gritó Aquanika de nuevo.
Una sarta de patadas rápidas interceptó a Freya. Acto seguido, giró y lanzó varias patadas cruzadas a la misma velocidad. Pivotó varias veces alternando patadas giratorias con ambas piernas y terminó dándose una brutal voltereta, golpeando a la chica con sus dos pies, que estaban cargados de un aura rosa.
¡Qigong Fist!-chilló Aquanika, dispuesta a terminar el combate.
Lanzó sus puños envueltos en un aura de color rosa que se convirtió en una gigantesca esfera. Freya se fijó en que los ojos de su contendiente tenían un dejo de color aguamarina. No obstante, se vio en un apuro y decidió destruir la bola energética de su contendiente con un puñetazo. Ambas estaban cansadas y heridas.
No he invertido mi precioso dinero para nada.-dijo Freya-Hoy caes, Aquanika, te guste o no.
Las piernas de Freya se cargaron con energía oscura.
¡Arco Danzante Nocturno!-gritó.
Comenzó a ejecutar una elegante y grácil danza de patadas al aire. Cada patada liberaba un fino, radiante y peligroso arco cortante que volaba velozmente hacia Aquanika, quien se vio arrollada por tan potente ataque. Los arcos comenzaron a cortar su ropa en pedazos, a hacerle sangrantes cortes y a provocar que sus armas ocultas se cayeran al suelo en masa. Cayó de rodillas, ensangrentada y enfurecida. Freya estaba ante su rostro, elegantemente erguida con una pierna levantada y los puños apretados, indicando que lanzaría una patada altamente destructiva si seguía resistiéndose. Entonces pensó que tenía el lugar lleno de trampas para ocasiones como aquélla. Decidió jugársela a la chica de cabello azul, pero vio que algo no iba bien…
¿Buscas esto?-preguntó Freya poniendo ante sus ojos un interruptor de mano-No pensarías que te iba a dejar usar tretas en un combate entre guerreras, ¿verdad?
Mierda…-dijo Aquanika.
¿Firmarás el contrato?-preguntó Freya.
¡Púdrete!-exclamó Aquanika.
Por aparente arte de magia, Aquanika sacó dos enormes cañones gatling modificados y comenzó a disparar contra Freya, quien tendió un muro mágico que bloqueó todas las balas hasta que las armas quedaron vacías. Mientras la asesina recargaba, Freya apareció ante sus ojos y la embistió con una brutal patada giratoria aérea en el cuello, produciendo un desagradable crujido. La asesina sintió cómo su dolorido y palpitante cuello era agarrado por la firme y enguantada mano de Freya.
¿FIRMARÁS EL CONTRATO?-preguntó Freya.
No hay…-dijo Aquanika-…remedio. Firmaré. La palabra de una guerrera ha de mantenerse…
Quedas contratada.-Freya sonrió sin soltarla-Bienvenida a bordo.
Yamiyuki sonrió.
La primera reunión tendrá lugar mañana.-dijo Freya-En la cafetería del hospital privado de la zona sur. A las cuatro de la tarde. No falles. Decidiremos tus condiciones de trabajo y conocerás todo lo necesario al respecto. No te necesitamos para una pelea, sino para mucho más. No te preocupes, todo quedará reflejado en tu sueldo.
Le guiñó un ojo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario