miércoles, 28 de agosto de 2013

[WC] Episodio XXIII: Tercera y vencida

WORLDS COLLIDE
Episodio XXIII · TERCERA Y VENCIDA

Ibara e Itami subieron las escaleras laterales que daban a la tarima donde iban a actuar. Taimada y estilosamente, caminaron hacia el centro de la misma, donde se giraron y encararon al multitudinario público. Ibara llevaba un precioso vestido negro con vuelos y la parte de abajo hecha de vaporosas capas que se iban degradando en violeta, una gargantilla de oro blanco y unos zapatos de tacón de color violeta oscuro con flores en la zona del empeine. La parte alta del vestido estaba entallada y algo encorsetada, y el escote era generoso. Por su parte, Itami llevaba un collarín rígido negro con hileras de tachas, púas y cadenas, hombreras negras con flecos y cadenas que caían lacios hacia abajo, correajes pesados rodeando su tronco, muñequeras de tela negra con gemelos de plata, leggings negros de cuero y, encima, una sobrefalda negra de aspecto pesado sujetada con un cinturón muy grueso del que pendían varias cadenas formando arcos parabólicos. Sus pies estaban cubiertos por unas botas altas con hebillas y suela metálica. Se prepararon para iniciar su actuación colocándose en una elegante posición. En ese preciso instante, la música comenzó a sonar.
Comenzaron a danzar con elegancia. Sus movimientos eran artísticos y precisos, a la par que sensuales. En concordancia con el erotismo de la canción de fondo, la pareja parecía querer seducir al público con sus semblantes de lascivia y sus pronunciados y sugerentes pasos. Conforme avanzaba el tema de fondo, parecían mostrarse más serios y decididos a entregarse a las pasiones. Pronto quedó claro que su actuación era un número erótico con todas las de la ley, pues, al ritmo de la música, con elegancia, lentitud, insinúo y lascivia se desnudaron mutuamente. Cuando se encontraron bailando completamente desnudos, comenzaron a acariciarse, a abrazarse y a tocarse mutuamente, sin ningún pudor a la hora de estimularse sus zonas erógenas, tanto genitales como no genitales. Mientras seguía sonando la música, la evidencia saltaba a los ojos del público: podía verse claramente en sus cuerpos, por cuestiones muy características, que estaban muy excitados sexualmente. Bailaban a la vez que se daban placer mutuamente e intercambiaban fluidos a un ritmo tan lento y gráfico que hasta el espectador más alejado podía darse cuenta. En la recta final del tema, incluso iniciaron la cópula y, unidos más que nunca, bailaron sincronizados con sus cuerpos pegados mientras sus caderas se movían ardientemente, sin equivocarse ni una sola vez y logrando esparcir las hormonas por todo el largo, ancho y profundo de la estancia. Cuando la canción acabó, se separaron y terminaron juntos haciendo una pose conjunta muy erótica en la que se podía ver sus cuerpos desnudos en todo su esplendor y sin ningún tipo de impedimiento: ni un mechón de sus largas melenas tapaba un centímetro de sus alzados.
La muchedumbre aplaudió generosamente. El hombre que presidía el público, que no era ni más ni menos que Shiroi, se levantó, se giró hacia el resto del público y se acercó a los labios un micrófono de mano.
Queridos invitados…-dijo-…es para mí todo un honor que hayan disfrutado del espectáculo erótico de apertura de nuestra reunión. Podéis dirigiros al comedor contiguo, donde empezaremos a tratar los asuntos que nos atañen mientras disfrutamos de una buena cena. Los grandes nobles se reúnen por la noche. Espero poder seguir siendo vuestro anfitrión durante muchos años.
Contentos, los asistentes,  todos hombres de mediana edad, se levantaron a sus asientos y fueron guiados hasta el comedor por dos chicas adolescentes vestidas con uniformes de criada. Una vez se encontró solo con sus sirvientes, que se estaban terminando de vestir, Shiroi se giró hacia ellos.
Vosotros dos…-dijo Shiroi-…no lo habéis hecho mal. Habéis sabido entretener a mi público. Llego a saber antes que erais tan guarros y os habría pedido más espectáculos como éste.
Era nuestra profesión antes de que nos monopolizases con tus grasientas pezuñas.-comentó Ibara-Bailarines eróticos.
Muy interesante.-dijo Shiroi haciendo caso omiso de las palabras de Ibara.
. . .
¿Has manipulado alguna vez una fresadora?-preguntó Metallurgy.
No…-dijo Yurika al ver la máquina enorme a la que su compañera acariciaba como si fuera una mascota.
Creo que será bueno que te enseñe.-le dijo Metallurgy-Fresar es un oficio que no es fácil de dominar, pero no estará de más que aprendas lo elemental sobre la máquina. Como estás estudiando Ingeniería Mecánica, Eléctrica y Electrónica a la vez, darás varias asignaturas comunes a las tres y que, por tanto, te servirán para las tres con cursarlas una vez. Una de ellas trata de los procesos de fabricación en la industria, y aprenderás muchas cosas sobre las máquinas-herramientas. Esto te vendrá bien para las prácticas.
Yurika había empezado su primer día como becaria. Llevaba varias horas con Metallurgy y, después, estaría media tarde y parte de la noche con Freya. En su primer día, había ayudado a poner en orden un laboratorio, a manipular un programa elemental de simulación mecánica y, en ese momento, iba a ver cómo se usaban las máquinas para fabricar objetos. Ya se conocían desde hacía un tiempo, y era sabido por todos que Metallurgy siempre vestía de blanco y enseñando la mayor parte de su cuerpo. Yurika comprendió que, en un entorno de trabajo así, unas ropas ligeras y cómodas serían más propicias, lo que no tardó en experimentar en la fábrica, por lo que llevaba una camiseta escotada de tirantes de color negro, una falda de tablas negra por encima de las rodillas y un par de botines metálicos con chapas violetas y rosas muy oscuras formando complicados dibujos.
El descanso para comer tendrá lugar dentro de muy poco tiempo.-informó Metallurgy con una sonrisa-Bueno, vamos a iniciar tu toma de contacto con esta preciosidad. Es una de mis mejores fresadoras, la construí hace unos años y la guardo con cariño. Considero que es la más didáctica, ¿sabes? En primer lugar, es importante elegir el material adecuado. Como te decía antes, necesitamos varias decenas de engranajes y, dada la aplicación en la que van a trabajar, esta aleación que acabo de ordenar sacar del almacén va a ser la mejor. Elegir materiales no es fácil, y lo que te estoy enseñando es sólo el resultado de un estudio que he tenido que hacer. Como puedes ver, la máquina tiene una serie de controles a mano izquierda…
. . .
Llamaron a la puerta.
¿Doctora Vinokourov?-preguntó una científica.
¿Qué sucede?-preguntó ésta desde su escritorio, donde manejaba cuatro ordenadores portátiles a la vez.
¿Es muy perjudicial para el caso experimental 138-A que los niveles de alcohol-deshidrogenasa desciendan por debajo del cuatro molar?-preguntó.
El intervalo de confianza al 97% de molaridad para el 138-A es de 3.98 a 6.27.-respondió Aquanika-Menos del 4 produciría oxidaciones aceleradas y, más del 6, en promedio, sobreamortiguamiento. Recuerda mantener la presión exacta a 0.956 bares: la más mínima fluctuación requeriría una tabulación distinta a la que tenéis que cumplimentar y que no os puedo administrar hasta terminado el descanso de las tres.
De acuerdo, doctora.-respondió amablemente la mujer-Muchas gracias y perdón por las molestias.
Se retiró del despacho. Aquanika se separó un poco las solapas de la bata de laboratorio que llevaba encima de su ropa. Con sus dos brazos, manipulaba ágilmente dos ordenadores con cada uno. Movía continuamente su cuello y sus ojos para leer con rapidez las cuatro pantallas.
Freya…-dijo Aquanika para sí-…no eres una puta. Eres LA PUTA. Seguro que me has mandado el trabajo más horrible para joderme…eres una cabrona y siempre te ha gustado ver sufrir a la gente. Heroína, heroína… ¡una sádica es lo que eres! Hackeando redes a cuatro bandas…y aún tiene la cara de decir que es legal. Legal para lo que quiere. Claro, que…habló de cuernos el ciervo.
Uno de sus cuatro ordenadores emitió un pitido.
A ver… ¿qué te pica?-dijo Aquanika acercándose a la pantalla-Ya…un cortafuegos. Podría decir por dónde me lo paso, pero es más que obvio. Me lo salto en lo que tardo en dar un pisotón en el suelo.
Volvieron a llamar a su puerta.
¡No me volváis a entorpecer con lo de los niveles de ADH!-exclamó Aquanika-¡Acabo de dar directrices muy claras!
Doctora…-dijo un hombre a través de la puerta-…tiene visita.
Oh, mierda…-susurró-… ¡adelante!
Abrió la puerta un científico de los más jóvenes. Detrás de él, apareció una persona que no se esperaba.
No puede ser.-Aquanika esbozó una media sonrisa-¿Qué coño haces aquí? Disculpa…ya me has traído a la visita, ¿podrías irte y cerrar la puerta? Échale un ojo al 246-G, es hora de tomarle nota.
El hombre se fue, cerrando la puerta tras de sí.
¿Tan poco te alegras de verme?-preguntó.
No he dicho eso, joder.-respondió Aquanika-¿Qué te trae por aquí? Estás un poco lejos de tu tierra…
También lo estaba por aquellas fechas…-sonrió.
Ah…qué vida la nuestra.-Aquanika sonrió-Siéntate y dime a qué debo el honor.
Aquanika siguió tecleando a gran velocidad, manejando los cuatro equipos a la vez.
No somos de piedra.-le dijo-Me gustan las aventuras, ya lo sabes…
Sólo alguien como tú podría tomarme en serio.-dijo Aquanika sin apartar la vista de su trabajo, pero dejando ver que estaba contenta.
¿Qué haces?-preguntó.
Programar varias aplicaciones, hackear redes y cubrir una proporcional del control numérico de una fábrica que está a kilómetros de aquí porque su jefatura tiene más trabajo que antes.-dijo Aquanika-Mi nuevo empleo…uno de muchos. No es lo más divertido que tengo en mi vida, pero el dinero que voy a ganar sí que lo será.
Los megamillonarios sois tan materialistas…-dijo.
Lo dices como si no lo fueras.-dijo Aquanika.
¡Intentaba comportarme con modestia!-se quejó.
¿Perdiste eso antes o después de los dientes de leche?-preguntó Aquanika-O, mejor dicho… ¿alguna vez has tenido de eso?
No.-respondió-Odio pecar.
Je…-rió Aquanika-…la modestia es un pecado, ¿eh?
Para mí, sí.-respondió.
Y todo lo que haces… ¿qué es?-preguntó Aquanika.
Trabajo.-contestó.
Veo que tienes menos cargo de conciencia que modestia.-dijo la chica de pelo rosa-Ya somos dos en ese barco.
Bueno, dame los detalles, que no tengo todo el día.-le instó-La otra vez tuvo un final un poco abrupto.
Verás…-dijo Aquanika.
. . .
Freya y Yamiyuki se encontraban en un parque poco concurrido. Se habían dado cita para intercambiar unas palabras antes de cambiar de trabajo, cada uno por su parte.
¿A qué venía todo ese misterio?-preguntó Yamiyuki.
He encontrado un objeto mágico en esta isla.-dijo Freya-Uno de los importantes.
¿Qué?-se sobresaltó el joven.
Es uno de los pocos cristales inhibidores naturales que quedan en este planeta.-explicó Freya-He tenido que recurrir a muchos hechizos para encontrarlo, pero…está en la playa rocosa del Este. Allí donde hay árboles, un gran acantilado y, bajo él, una costa inmensa. Será preciso que vayamos a por él. Si nadie ha intentado tomarlo, puede que sea porque no ha sido descubierto. Mañana mismo iremos. No debe caer en malas manos, podría ser una perdición. Los niveles de magia están más altos que nunca: han llegado visitantes de gran poder mágico a los alrededores. Tenemos que proceder con la máxima discreción y prontitud. Mañana por la mañana extraeremos el cristal y nos retiraremos sigilosamente, ¿de acuerdo?
Perfecto.-dijo Yamiyuki-Estaré preparado para lo que pueda pasar.
Gracias por entenderlo.-dijo la chica-Hablaremos esta noche, si quieres. Tengo que dar clase…
Yo iré a entrenar.-dijo Yamiyuki-Hasta esta noche, pues.
. . .
Tengo una noticia buena y mala para vosotros.-Shiroi irrumpió en el cuarto donde Ibara e Itami hacían entrenamiento físico-Es buena porque vais a volver a la acción, y mala porque os costará la vida si fracasáis. Es vuestra última oportunidad para dar caza a Freya y a Yamiyuki Kuroi. Mañana por la mañana, en la playa rocosa del Este. Tendedles una emboscada.
Sin darles tiempo a responder, Shiroi se fue dando un portazo.
Mierda.-dijo Itami-Esta vez, tendremos que matarlos a sangre fría. Por la espalda, sin darles tiempo a reaccionar…
Jamás había visto a ese energúmeno actuar tan fríamente…-dijo Ibara-…algo me dice que va en serio y, por ende, estamos jodidos.  Tendremos que darlo todo para acabar con ellos.
Seguro que nos sacan de la cama de madrugada y nos transportan hasta la playa.-predijo Itami-Nos tirarán a patadas del helicóptero y…si lo logramos, nos recogen y, si no, desde el mismo helicóptero nos fusilan.
¡Esto es una MIERDA!-chilló Ibara-Lo hemos intentado miles de veces…no hay salida, no hay posibilidad de escape, todos aquí son más fuertes que nosotros y…y nuestros jodidos objetivos también.
Ibara…-Itami abrazó a la chica.
Ibara le devolvió el abrazo. Comenzaron a frotarse cuerpo contra cuerpo.
No quiero que las cosas acaben.-dijo Itami-Y, por tanto, no acabarán. Te protegeré. Nadie nos va a matar. Saldremos de ésta. La vida nos ha dado muchos golpes, pero siempre nos hemos recuperado. Juntos.
Yo te protegeré a ti, Itami.-respondió Ibara tras besar sus labios-Nos protegeremos mutuamente, lucharemos, mataremos, follaremos…nos alzaremos con la victoria entre fluidos corporales de guerra y de sexo, ¿verdad?
Verdad.-respondió Itami.
Incluso si ello conlleva…-dijo Ibara-…mostrar lo que nunca hemos mostrado ante nuestras reticentes presas.
Itami se sonrió y se relamió. Ibara lo observó e, inmediatamente, se dibujó una sádica sonrisa en su rostro. Continuaron rindiéndose culto mutuamente…

No hay comentarios:

Publicar un comentario